ESTADO EFICIENTE O ESTADO AUSENTE

El futuro del Estado se debate entre los que quieren su achicamiento hasta la casi desaparición y los que prefieren al Estado presente en la vida de su pueblo.

Por Agustín Bordagaray

Mirando los resultados de la Municipalidad de Concepción del Uruguay en los últimos cinco años, la misma arrojó: superávit del 11% en el 2018, déficit del 0,19% en el 2019, superávit del 14% en el 2020, superávit del 9% en el 2021 y superávit del 3% en el 2022. Este parece ser el camino, un estado eficiente, que gasta menos de lo que recauda, pero que el concepto de ganancia lo extiende no solo al aspecto económico sino también carga como su responsabilidad resolver los problemas que el mercado no puede hacerlo por sí mismo.

El estado DEBE ser antes que nada eficaz, esto es debe solucionar los problemas de la sociedad de la cual tiene responsabilidad.

Además, el estado DEBE ser eficiente, esto significa que debe hacerlo consumiendo la menor cantidad de recursos de los que tiene disponible.

Este último concepto es compartido por el sector privado de la economía ya que la principal función de las empresas es crear valor generando productos o servicios al menor precio posible y generando utilidad para sus capitalistas.

Es por ello que para estas empresas la eficiencia va delante de la eficacia. Esto es, si la venta del producto o servicio no genera utilidades, el sector privado no lo va a producir aunque sea necesario para la sociedad.

Esto no está mal, la distribución de las incumbencias de la economía los coloca en esa posición. Lo que está mal es asimilar los roles del estado con el de las empresas privadas.

The Journal Of Libertarian Studies en su publicación del 11/09/2019, al explicar la teoría económica ortodoxa de los bienes públicos expresa “Si un mercado no funciona “eficientemente”, puede justificarse algún tipo de intervención gubernamental para corregir la ineficiencia”.

Es solamente la escuela austríaca quien niega cualquier participación del estado, con el argumento que la eficiencia económica se logra cuando se logran los objetivos al menor costo, solo medidos desde la visión particular, el objetivo es un dato, no una meta. Es en este contexto extremadamente individualista donde se lograría el “éxito”, que siempre es personal, nunca social.

Por ello, si el mercado no resuelve la asignación de fondos para financiar un bien o un servicio –por ejemplo la Justicia, la seguridad, una calle para un barrio de poca población- entones no debe hacerse.

El resto de las escuelas económicas, desde el comunismo hasta la escuela clásica (de Adam Smith) reconocen la participación estatal.

Esto, llevado a la ciudad se puede palpar cotidianamente.

En materia de viviendas, fueron muchos los complejos habitacionales que se han construido. Pero estas unidades respondieron a decisiones de empresas que direccionaron las obras a unidades destinadas a la clase media- alta; falta que el estado construya viviendas para la clase trabajadora. Si bien se han hecho más de mil casas, aún son insuficientes.

También se ha hecho mucho en materia de salud, tenemos un hospital de jerarquía provincial, tenemos centros de salud renovados, pero nos hace falta re habilitar el viejo hospital, para tener al menos dos centros sanitarios, tal como tienen las ciudades de similar cantidad de habitantes de la nuestra. En momentos que la pandemia arrasó el mundo, en nuestra ciudad tuvimos vacunas suficientes, atención pública para los enfermos y un plan coordinado de todo el sector sanitario en un plan que salvó muchas vidas.

En materia de seguridad, a la llegada de nuevos móviles, de mayor cantidad de policías y la inauguración de nuevas comisarías, la Municipalidad aportó cámaras de vigilancia que están a disposición de la Policía y la Justicia. Pero ello no alcanza, se necesita gestionar más seguridad para los uruguayenses.

En materia tributaria el estado acompañó a las pymes en la pandemia, no solo con la baja de los impuestos y las tasas, también con auxilios directos a través de préstamos y subsidios a las empresas que no pudieron abrir sus puertas.

Además, ante el aumento de la tarifa de la luz, la Municipalidad bajó las tasas que se abonan en la factura, con un adicional, esa tasa que se dejó de cobrar en la luz no se subió en otra tasa, la baja es efectiva.

También las industrias tienen una disminución de entre el 50% y el 100% para nuevos emprendimientos que generen manos de obra, una política de años y que se ha mantenido sin importar las necesidades financieras de la Municipalidad; ello porque los distintos gobiernos comunales han entendido que lo prioritario es que la gente tenga trabajo formal.

En materia turística es mucho lo que se ha hecho, desde la Isla del Puerto hasta la cesión de los terrenos para las Termas, el apoyo económico y en obras, siguiendo con la recuperación del palacio San José, el mejoramiento de la infraestructura turística, el sostenimiento de los comedores en la pandemia, la promoción de la ciudad, la organización de eventos, ferias, festivales, todos llevados adelante por el Estado municipal.

Este domingo definimos todos estos temas, tenemos que decidir si queremos un estado presente y eficiente que cumpla su rol o un estado ausente y que cada quien se arregle como puede. La decisión es personal y las boletas se cuentan de a uno. Este es el momento que la democracia determina que la elección del conjunto es la suma de las determinaciones individuales. Después, solo queda aguantar.

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