Esto no ocurre en Capital Federal, ni en Provincia de Buenos Aires, ni en Rosario, capital de la droga, esto ocurre en Concepción del Uruguay, mientras esto pasa, la Justicia, la Policía, el área de la mujer municipal, miran para otro lado, denuncias por doquier, existen apellido, nombre, dirección, qué más quieren para actuar un cuerpo caliente.
Días atrás entrevistamos a la joven madre embarazada de cinco meses, todavía asustada, no podía creer, que además de los insultos, los atropellos, le había tirado el auto y si no se corría algo más grave estaríamos contando, hay denuncia en la Justicia, en la Policía en el área de la Mujer, que esperan o es un protegido de algún político de turno, nos preguntamos, como se ha protegido a gremialistas.
Al otro día nos llama la misma ciudadana, para contarnos que termino el reportaje y tuvo que ir al hospital, nos quisimos poner en contacto con la policía con el Jefe de la departamental Uruguay, y justo él se había tomado un franco, claro que lo merece, tratamos de hablar con el sub jefe y se excusó por que estaba organizando un allanamiento en la ciudad de Basavilbaso, moraleja quedaba la histórica a lo que el chorro se le ocurra.
Cuando van a proceder defendiendo al trabajador común, no es hora de meterles bala a los cacos y terminar con este martirio o los protegen los derechos humanos.
Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay