Es difícil comenzar a escribir sin hacer mención a la crisis política en la Argentina. El gobierno Nacional fracturado por un Ministro de Economía (Ministerio que logró un acuerdo con el FMI evitando un default para Argentina).
El gobierno de Entre Ríos, conducido por el reelecto gobernador Gustavo Bordet, (excelente alumno de Mauricio Macri) hoy alineado con Alberto Fernández, por el mismo motivo que le llevo a pedir a sus legisladores que le voten las leyes a Mauricio
Macri como cuando la Diputada María Cresto voto a favor de Macri y en contra de los jubilados con el fin de que no le recorte fondos para la Provincia.
Desembocamos en Uruguay, días a tras el PJ Uruguayense recibió la visita del Diputado testimonial Cresto, que luego de perder con el “porteño” Frigerio, renunció a su banca para que asumiera un integrante de la cámpora, votando en contra del acuerdo con el fondo, los Cresto, familia de alumnos ejemplares.
Enrique Cresto recorre la Provincia, con el único objetivo de ser quien conduzca los destinos de la provincia a partir del 2023, y en su ambición de ser, no ve que los dirigentes que lo reciben en todas las localidades están alejados de la gente y basta con ver las imágenes de los presentes en cada acto, como ocurrió en Concepción del Uruguay.
Dirigentes que hablan y viven en una sintonía completamente distinta a la que viven los ciudadanos de a pie, dirigentes ocupados y preocupados más por las redes sociales que por sensibilizarse ante las adversidades de los más necesitados.
El PJ camina rombo a la derrota, y cuando lleguen a su encuentro, los únicos responsables serán los dirigentes, no los militantes.
Dirigentes astronautas caminando en la luna, hablando de la tierra que ellos mismo han olvidado.
El militante astronauta