PRO statitis…..

Dícese de una enfermedad que padecen los hombres….

Esta enfermedad no es justamente la que “mato” a los líderes hombres de la ciudad del riel para que marchen de su ciudad y se encandilaran con la casa gris de Paraná.

Fue el PRO y no la prostatitis la que los invadió.

Prefirieron en confort paranaense, abandonaron a sus votantes y este PRO más la UCR les copo la calle y en la o la macrista comenzaron a dar sus pasos redoblados y hoy son dueños de la calle y de los votos.

Ya se preparan a pesar de ser oficialistas para el 2023.

No quieren sorpresas electorales y con una buena gestión como la están transitando alistan sus huestes para repetir.

Dieron una lección a la tradición peronista, marcaron la cancha y en visitas constantes en los barrios y en contacto directo con el vecino, mantienen la llama viva que debe sostener todo aquel que se siente político.

Los “caciques” peronistas se sentaron en los laureles y borrachos de poder, pensaron que se podía manejar la ciudad y sus habitantes desde 200 km de distancia.

Basavilbaso dio a la clase dirigente que se debe estar día a día junto al vecino y sus necesidades.

Lección que sirve para todos y todas ya que supo tener una intendenta que también terminada su primer gestión, emigró al Consejo de Educación para estar junto a quien fuera senadora nacional Prof. Graciela Bar.

Revertir el proceso que hoy vive Basavilbaso en cuanto a su gestión PRO es casi imposible para un peronismo sin dirigentes de la vieja identidad de Perón y Evita.

Aun se recuerdan aquellas reuniones amplias y provinciales que organizo el Cr. Fedonzuk cuando conducía inclusive junto a Jorge Busti la liga de intendentes justicialistas.

Pero hoy aquello es historia y la realidad es otra que deberá motivar al PJ remediar y llegar al vecino en busca de recuperar las banderas abandonadas.

Que sirva esta de ejemplo a los vecinos de la histórica la demostración del PRO/ UCR  y al ver al vecino “PRO..statico” comience con los antibióticos para un 2023 electoralmente mejor que las últimas paso.

Míster Catango

(Nombre que recibía el peón que debía atender las vías del ferrocarril)

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