Dios nos da su gracia y nos ayuda a cambiar, cuando adherimos a sus enseñanzas. De hecho, en sus enseñanzas, a partir de los 10 mandamientos, nos brinda una gran ayuda para ser cada vez mejores personas.
Una ayuda muy importante, que a veces olvidamos pedir y cuesta aceptar, es la corrección fraterna. Permitiendo que los hermanos nos ayuden también en ese sentido: que nos muestren dónde debemos que cambiar para mejorar.
Cuando practicamos con humildad y amor este tipo de ayuda entre nosotros, el progreso espiritual es colectivo, crecemos juntos.
Recorremos juntos, por así decir, el camino de la santidad.
Dios nos quiere justos y santos y sólo podremos lograr este objetivo con Su ayuda y la ayuda recíproca.
Abrazos,
Apolonio Carvalho
apoloniocnn@gmail.com