Treinta y ocho años que vivimos en un estado que a pesar de sus idas y venidas, de su pro y sus contras, puede gritar “AL GRAN PUEBLO ARGENTINO SALUD”…..
Lo nacional tendrá y tiene un análisis propio.
En esta oportunidad hemos de referirnos a lo local.
Acontecido allá por 1983 en donde nuestra ciudad vivió el acto democrático más insólito, más atípico pero a su vez, más pleno de democracia y representatividad.
En ningún otro lado a lo largo y a lo ancho del país, existió una elección como la nuestra y nunca más tampoco se repitió en otra latitud, en todos estos treinta ocho años.
Obtiene la UCR con el Contado Publico Juan Carlos Godoy la intendencia y el PJ con Antonio Tito Parma el Honorable Concejo.
Según cuentan los que vinieron aquella jornada del escrutinio, que el recuento de votos se realizó repetidas veces, ya que Parma lograba imponer los concejales justicialistas por sobre la UCR, por tan solo 23 votos. Hombre desperdiciado por el peronismo, ni siquiera de consultor.
Fueron casi la totalidad de los votos obtenidos en “Talita” los que dieron el triunfo al peronismo, más algunos más de boletas “cortadas” para con los concejales radicales.
Nadie entendía. Nadie lograba imaginar la convivencia dentro del estado comunal.
Nadie absolutamente nadie.
Sin embargo con el correr de los días y de la misma gestión, todo fue un ejemplo de grandeza y de sana discusión sobre la base de la identidad de cada departamento.
Nunca existió lo que toda la comunidad suponía. Godoy transfería el poder a Parma, porque así lo establecía la ley orgánica de municipios, tantas veces como fue necesario y el traspaso y su desarrollo siempre fue igual. En actos de entera confianza.
Es importante destacar asimismo que entre otras variantes en la composición del HCD existió la representación del Partido Comunista, en la figura que Escribano Juancho Carbonell.
En fin, se puede decir y llegar a interpretar en la distancia en el tiempo, que aquel Concejo y sus ediles, como el propio DEM hicieron “grande la ciudad”.
Dieron al pueblo argentino y a la comunidad local, el ejemplo más puro de democracia y convivencia ciudadana.
Cada uno con su ideología y su identidad política, respetando a su par e imponiendo en cada uno de sus actos, el bien para nuestra ciudad.
Quedará en el recuerdo para ejemplo de todas las gestiones que sucedieron y para las generaciones de militancia política y deber ciudadano.
Aquellas vivencias pueden ser hoy que se vive en pleno conflicto dentro de un mismo bloque, una muestra de lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Esperemos que en este aniversario, quien hoy tengan la representatividad del pueblo que los eligió, sepan emular aquella gestión comunal de 1983, para bien de todos.
Botta Juan Carlos – El Disparador Uruguay – jcbotta1@hotmail.com