Así lo aseveró un ex funcionario durante la intendencia de Juan Carlos Cresto. En una misiva a tono de despedida enviada a Diario del SUR Digital, Gabriel Medina, un militante que creció al calor del sector de Juan Carlos Cresto. Allá por el año 1998, Cresto lo citó al periodista que recientemente se había recibido, para que acompañe a su émulo Enriquito. Medina aceptó el desafío. Corrían los vertiginosos años menemistas al cual los Cresto, según Medina, “comulgaban furiosamente” con el Turco. “Recuerdo del reloj que poseía Enriquito con la cara de Carlos Saúl, al cual mostraba con orgullo, mientras yo era su secretario, tarea que me había enconendado el jefe (Juan Carlos Cresto) mientras armaba su clan. Mi función era de secretario, chofer, adoctrinador y tapa macanas” confesó Gabriel Medina.
Medina señaló además que “Calucho siempre soño ser gobernador, como Don Enrique Tomás Cresto, Abuelo de Enrique y en sus delirios de derrocar al bustismo, nos tocó la incomiable tarea de recorrer la Provincia para vencer al candidato del conejo, un tal Mayita de Gualeguaychú. Así es que dos jóvenes de más de 20 años recorrimos la provincia en una Chevrolet 97 con los logos de la Plegadora Concordia, armando Fuerza Joven, en toda la provincia y ante la inexistencia de redes sociales, nos manejábamos con afiches y panfletos pergeñados por Cielo, la mujer maravilla en versión noventosa con discursos banales que llevando la predica del rubio menemista de concordia, el Calucho nos llevo al 4to. lugar, cuando competían 4”.
Medina también detalló que hacia la década del 2000, “Juan Carlos Cresto arregla en fórmula cerrada con Busti, luego de una pésima gestión de la alianza montielista con el Frepaso, Cresto juega de nuevo la Intendencia en el 2003 para intendente, pero primero tenía que vencer a Giano, Bordet, el Panadero Medina y Dángelo entre otros. Para ello, Calucho me saca de la reserva y me lleva como su Secretario Privado, y ganamos la interna cerrada, porque no existían las pasos y se consagra para la general, la fórmula Busti Cresto, para el 2003”.
Según el relato de Medina, “Parte del acuerdo era que el actual príncipe del agua (Enrique Cresto) vaya como candidato diputado. Fue un golazo porque ganó el tuerto Nestor Kirchner en mayo. Juan Carlos Cresto asume su segunda intendencia, con su señora senadora y el príncipe del agua (Enrique Cresto). Con eso arrancaba con todo el Clan que hace 20 años está en el poder”.
“Fue así que Juan Carlos Cresto me nombra su Jefe de Prensa pero con aditamentos que por la espalda me caminaban sus funcionarios, el Príncipe del agua, la senadora y asi pasaba mi vida dedicada a ellos, pero yo estuve en el 2006, cuando ya el conejo veia, que el mandamás del Clan jamás se olvidó de la gobernacióny lo mando al pato para arreglar. El acuerdo era simple, Urribarri Gobernador, Juan Carlos intendente, y tenia su reelección, al principito del agua le daban la senaduría y a Laura la acomodaban por ahi. Pero el menemista teñido de rubio y jefe del Clan echó al mensajero y dijo que el era el dueño de los votos y armó la memorable lista 100, con un intendente de Paraná procesado por fundir un banco municipal, un tal julio Solanas como gobernador y vice el principe del agua (Enrique Cresto). A la historia ya la sabemos. Perdieron como en la guerra, pero no entendieron la lección” narró Medina.
Para rematar, Medina asestó “Hasta que llegó la bula papal en el 2010, El pato (Urribarri) traiciona a (Jorge) Busti, se traga el sapo del Clan Cresto y lo nombra a Juan Carlos Cresto Presidente de CTM y al príncipe del agua (Enrique Cresto) le dan un cargo en el departamento Concordia. En fin vuelven con todo, hasta ya que un veterano calucho, le pasa la posta a Enrique que gana La intendencia en el 2015, luego en el 2019, y cosa de cinco días se va a pedido de Fernández y Cristina al ENOHSA. Entre canillas de chorros por aquí y obras por acá lo eligen a dedazo como candidato a diputado, diciendo que iba a cambiar la historia, pero llego la hola amarrilla y un porteño que no conoce ni el río Uruguay nos ganó la elección. Así y todo el Principito Enrique no abandonó el trono del Agua. Renuncio al 28 % que lo votaron y renunció al mandato por segunda vez y dejando a un desconocido como el Tomás Ledesma de la Cámpora en su lugar. Por eso me armé un botecito y abandoné el barco Pirata de los Cresto. En las próximas líneas expondré en qué fuerza seré candidato en el 2023”.
Lic. Gabriel Medina