“Como el bambú, los funcionarios que se doblan pero siempre siguen en pie”

La realidad es que el futuro siempre es incierto y nadie puede predecirlo, pero cada día que pasa de este triste Gobierno Peronista, el futuro se vuelve más gris y desconcertante.

Nuestro querido Intendente – a quien aprecio – ha sabido sobrellevar su papel de transición de manera loable sin pena ni gloria, con el condimento de haber generado a su paso un par de obras y algún que otro logro estético en favor de una sociedad más ecuánime (según su criterio).

Queda claro que la estética es el único eje rector de la Gestión, ya que se dedican a embellecer auditorios inútiles y construir veredas innecesarias y generar charlas sin público, en vez de realizar la obra dura (aunque esta obra no se vea y no genere votos) la que de verdad necesita la gente: calles repavimentadas, cableado, iluminación, señalización horizontal, seguridad.

Son todos ítems que la gente reclama  pero que no sirven para sumar votos ya que son obras no monumentales y que no se ven a simple vista. Por eso, es más fácil pintar una pared, plantar una planta, arreglar un panteón o regar una placita.

En este sentido, y considerando las prioridades de la Gestión en su marcada agenda, no es menor detalle a tener en cuenta: sus funcionarios. Esos funcionarios que van y vienen pero siempre prevalecen, algunos obsoletos, otros eficaces (pero que es mejor mantener en la sombra, sin que levanten cabeza, de los cuales ya hablaremos y desarrollaremos).

Una gran pérdida para el funcionariado Municipal fue la del Prof. Merlo quien discretamente fue llevado al parque industrial donde se lo condenó a no poder generar más negocios extras y particulares para sí mismo y para el General (quien siempre iba a comisión).

Ha visto?  – Al fin se aplica el famoso dicho: “gatos grandes, no comparten jaula” y el Sargento Pelado del tercero logró su cometido, quitándose un fuerte competidor de encima.

Los conocidos negocios del Sr. Cultura han representado un fuerte ingreso a las arcas municipales y privadas, de él y quienes los circundan y cuidan.

La cultura cuando se sabe explotar deja muy buen dinero, bienes materiales (3 autos y 1 camioneta) y propiedades inmuebles. Pero hoy, eso se ha acabado, aunque la creatividad del ser humano es inagotable, por tanto, es seguro que encontrará nuevos bríos en su flamante destino para generar un importante caudal de divisas para el Municipio y para su propio bienestar.

El caudillo justiciero.

Don López Jordán

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