Gastar militancia en guerras intestinas, no sirve, divide y hoy más que nunca debemos estar codo a codo para encontrar el triunfo

DOS METAFORAS PARA UNA MOVIDA

Algunos se animan a decir “a casa que llueve” y otros dirán “a cuidar la quinta“.

Algunos inocentes si aún quedan, poco entenderán y relacionar las metáforas expresas anteriormente y otros, gustosos de la movida o en desagrado sabrán captar que las circunstancias políticas que se avizoran, en cualquiera de los espacios, hoy más que nunca hay que convocar a “la tropa” y cuidar la quinta.

Nuestra ciudad no es la excepción y a modo de no dilapidar el caudal político logrado por más de cuatro décadas, hoy es mejor someterse a la consideración local que sumarse a una aventura política un tanto provincial como nacional.

Los errores se multiplican y ya la gente está harta de diferencias entre oficialismo y oposición,  busca por sobre todo la estabilidad económica.

La mayoría lo que busca en llegar con su sueldo a fin de mes y al no conseguir el objetivo básico de la familia, no sería de extrañar que recurra al “voto castigo”.

Un sufragio como herramienta para intentar al menos,  solucionar sus apremios de la vida diaria.

Por eso y con lectura de letra chica, ya no se habla de Lauritto como candidato a la gobernación.

Tal vez por edad, por conducta, por principios y por férreo concepcionero será el mismo quien ya tenga decidido ir por la tercera intendencia.

Deberá en tal sentido sumar a sus filas a todo un grupo de jóvenes que pretendían postularse para así, mantenerlos con la llama encendida para futuras propuestas.

Hay que cuidar la quinta, aceptar que las cosas para el grueso de la gente no se están haciendo como desearía, y mantener la tradición de un Uruguay con identidad peronista.

Como rezan las estrofas de la marchita, “todos unidos triunfaremos” y encolumnarse para una victoria.

El consejo departamental baila en la cubierta del Titanic, brilla por su ausencia y mientras seguramente Martin ya no está  pensando en espacios locales, a la vista del peronismo de a pie el H. C. D.  está con su grieta propia entre su presidente y los pares del bloque peronista.

Tampoco a sus miembros se los ve militar y caminar los barrios; no salen de su confort y no existe un “vocero ” que ni siquiera comente sus actividades.

Los invadió la desidia, el cansancio, la rutina y el propio miedo de encontrar algún vecino disconforme que les arruine la paz cotidiana.

Estamos por lo que se ve en un estado de resignación.

Oliva que prefiere tener mejor tiempo para su consultorio y sus pacientes, intentará una Senaduría como mejor opción, aunque fue cedida por su jefe político para el departamento,  Lauritto toma distancia de la gobernación e irá por su tercera gestión municipal, no porque le falte carisma, votos y o idoneidad para el cargo  sino porque la casa gris hoy, es un “paquete de entera confianza”.

Prefiere medir fuerzas en lo local y “cuidar la quinta “.

Lo incierto serán los pocos espacios que restan, para muchos jóvenes que vislumbraban la posibilidad de postularse, al menos como candidatos al Centro Cívico.

Las concejalías en la gestión que viene, serán las “niñas bonitas” y obvio como en política nada regala nada, tendrán sus interesados saber ganar y cosechar su siembra.

El Pensador – El Disparador Uruguay

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