Asombrados y quizá no tanto, nos encontramos con una denuncia de la ” rama femenina ” de ATE respecto a los modales y a las formas de operar, de un funcionario de la provincia a cargo de controlar, asistir y abastecer los comedores escolares de nuestra ciudad.
Este joven “personaje” acostumbrado a tratar con el género femenino y que muchas de sus componentes no se animaran a denunciarlo por temor a perder su trabajo, hoy se llevó por delante el muro de la verdad.
Seguramente borracho de poder y omnipotencia abuso de sus “mandos” y quedó envuelto en su telaraña.
Aun no se conoce el sueldo en función de los comedores, como tampoco si percibe otra remuneración ya que es personal de planta permanente del municipio.
Evidente tiene un buen amparo desde la comuna, ya que es hijo de padre y madre en la que ambos son también municipales y hermano de quien también se desempeña en Defensa al Consumidor.
Pensar que se pueda mantener en el cargo, será un desprestigio para la función en sí misma y un caudal de votos en contra como represalia y castigo a la identidad política del peronismo, quien le dio la oportunidad del cargo.
Seguramente con ese respaldo y alguna que otra “palanca” logra ser nombrado por esta gestión Bordet y evidentemente el maltrato y el abuso laboral en esta instancia están marcando su trayectoria también política, ya que sabemos que sabe relacionarse con un grupo de jóvenes de su misma edad, con quienes una agrupación política.
Seguramente este funcionario pensó y tal vez lo demostraba que era omnipotente y por ende sus escrúpulos daba rienda suelta a sus formas de tratar al personal, al que también bajo amenazas intentaba trasladar de una escuela a otra cuando no era satisfecho incluso en otras intenciones.
Las denuncias están realizadas desde el gremio de ATE que con el valor de una de las empleadas, logra plasmar y concretar la misma ante la justicia, sabiéndose que existen aún más que por amenazas y miedo no han querido efectivizar dichas denuncias; al menos hasta hoy.
Y aquí están en la mesa de sus superiores el que hacer con este “funcionario que no funciona o funciona mal”.
Por un lado el coordinador provincial que sabrá que destino ofrecer al mismo y por otro lado el propio Martin Oliva quien también es solidariamente responsable ya que al ser empleado de municipio, tendrá que ubicarlo en alguna dependencia lejos de las relaciones públicas y más aún con el género femenino.
Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay