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Entre todas las figuritas coleccionables que se han barajado en estos tiempos, muchas repetidas, debemos decir que hubo una que capto particularmente mi atención, me refiero a la Sra Coordinadora de Asuntos Jurídicos, la Dra. García.
Actualmente la han propuesto como precandidata al partido de “Juntos por” impulsándola el Sr. Clapier, la hemos visto en fotos, publicaciones de “feisbuk” donde departe con vecinos e intenta acercarse a la gente.
La Dra. al igual que otros candidatos merece mis respetos, es una mujer de familia, que se ha sobrepuesto a situaciones difíciles con estoicismo y con una dignidad que pocos conocen o practican en sus vidas.
Sabiendo todo esto de la Dra., es que me surge el interrogante; mejor dicho la duda sobre su ética y la práctica de este valor. Pues como todos sabemos la Dra. es actualmente funcionaria política del Gobierno Municipal y si bien M.O. ha dado muestras de trabajar en la unidad de las fuerzas manteniendo lazos cordiales, me parece que continuar siendo funcionaria POLITICA de una Gestión Peronista no es lo más ETICO.
Este llamado a la reflexión es un ejercicio que debemos practicar con asiduidad y pensar respecto del siguiente enunciado:
“soy precandidata del PRO, fuerza totalmente opositora al Peronismo (fuerza política que me ha dado trabajo y una excelente remuneración, durante la gestión Lauritto y la gestión actual) y aun asi y a pesar de haberme nombrado precandidata por la “opo” sigo sin soltar el seno materno, pues quiero el burro y la zanahoria”
Reflexionando sobre esto, me queda pensar en que si la Dra no da un paso al costado por voluntad propia. Debo reconocer que me equivoqué, que no es merecedora de esa ética intachable que yo consideré que tenía. Pues el querer estar con Dios y, ahora también, con el diablo muestra que solo la movilizan los deseos personales, la avaricia, el poder y no la gente. Entonces si es asi, no mientan más y acepten lo que son, que las personas los vean sin máscaras y puedan decidir entre comer una papa frita o un chisito pero sabiendo que ambos son perjudiciales para la salud.
El caudillo, Tadeo López Jordán