Hernán, un placer poder estar frente a ti y poder darte a conocer a la comunidad de Concepción del Uruguay, tu contribución al patrimonio cultural y artístico de la ciudad con esos murales impactantes que podemos apreciar.
Ana, un placer también para mi estar charlando contigo.
Me gustaría nos cuentes de tu profesión de base y tu llegada al arte a través de esta técnica tan particular.
Mi formación es la de Diseñador Industrial, que es una profesión muy parecida a la arquitectura en cuanto al proceso creativo, pero el resultado final son objetos fabricados en serie. La cursé en la Facultad de Bellas Artes de La Plata y estuve en un entorno en que el arte estaba presente en forma cotidiana. Mi vida siempre estuvo signada por la creación y desarrollar la veta más artística era una asignatura pendiente. La técnica es parte de una búsqueda que arrancó con los cerámicos y terminó en el vidrio.
Si bien tu acercamiento a la Municipalidad de Concepción del Uruguay fue a través de José Laurito tu relación en esta gestión del Dr. Martín Oliva sigue muy estrecha. ¿Cómo valoras tu continuidad de carrera y como es esa proyección a futuro?
Evidentemente el resultado fue satisfactorio y el Dr. Oliva decidió darle continuidad. Para mí es un orgullo contribuir a embellecer la ciudad que nos recibió tan amablemente y en la que decidimos vivir. Mi trabajo creo que se encuadraría en la revaloración de la historia a través del muralismo y Concepción del Uruguay y su zona de influencia parecen un ámbito propicio para desarrollarlo.
Hagamos saber al ciudadano cual es la técnica que usas y los detalles técnicos para lograr estos murales tan impactantes.
La técnica que uso es mosaico veneciano de vidrio. Su origen data del 1500 A.C. en la Mesopotamia asiática, desde donde se traslada a occidente. Su característica fundamental es su perdurabilidad por lo que, si las paredes no se caen [risas], las obras podrían estar allí al menos por los próximos 500 años. El primer paso es la composición, definir visualmente la obra. Luego la divido en secciones de tamaño A4, que me permite manipularlas con más facilidad. Allí comienza la codificación de los colores para que mi equipo pueda armar cada hoja sin errores. Este último mural llevó 696 hojas de 408 pastillas de vidrio cada una (283.968 en total). Hacemos un armado previo en el suelo que nos permite verificar que todo haya salido tal lo planeado. Todo este proceso lleva alrededor de 60 días. Se guarda todo en cajas y se traslada a la pared, que fue preparada previamente con un revoque grueso prolijo. Una vez definidos el nivel y el plomo, se comienza a pegar las hojas en la pared.
Olvidaba decirte, que hasta acá, el diseño está espejado (al revés) y se pegan con el papel de soporte hacia afuera. Cuando el pegamento ha fraguado, se humedecen las hojas y se retiran. Allí vemos por primera vez el diseño al derecho. Hasta allí, las venecitas están adheridas a la pared, pero se caerían ante cualquier descuido, por lo que es necesario el tomado de juntas (pastinado), que es lo que termina por darles la resistencia estructural.
Creo que debemos resaltar el detalle del pastinado para que todos valoremos la manufactura que tiene tu arte y acercarnos a ver los murales desde esa perspectiva, cuéntanos acerca de eso.
El pastinado al tono es una de las características que creo distintiva en mi obra. En general se suele pastinar de un solo color la obra completa. La otra característica es el tamaño de la venecitas en relación al tamaño total. Yo utilizo teselas de 1×1 cm, que es un tamaño común para obras pequeñas. Los murales de gran tamaño suelen hacerse con teselas de 2×2 que serían cuatro veces más grande. Esto conlleva una mayor dificultad, pero el resultado tiene una mayor definición de la imagen y eso es lo que causa impacto.
Y en cuanto al tamaño de los murales ¿hay antecedentes o murales semejantes en el país?
El único que conozco, por fotos, se llama “Fe y Esperanza” y está en Formosa. Pero como te decía anteriormente es de 2×2 y pastinado monocolor. Luego están las obras de las estaciones de subterráneo en Ciudad de Buenos Aires que además tienen otra estética. No conozco otros similares.
Respecto de los temas de cada mural, recordemos que el primero refiere al Gral. Justo José de Urquiza (del año 2020), en el año 2021 se inaugura el segundo dedicado a la figura de Ramírez y su compañera Delfina, el tercero del 4 de abril de 2022 en homenaje a los cuarenta años de la gesta de Malvinas. Nos gustaría saber cómo nacen los temas, si es a requerimiento y de allí como te inspiras en tu aporte artístico.
Mi idea inicial para las paredes del cementerio era un Vía Crucis, pero se adujo que el tema excluía a aquellos ciudadanos que no profesaban la religión católica. Por otro lado, el municipio venía barajando la idea de revalorizar sitios y personajes históricos desde hacía tiempo. De ese intercambio surgieron los temas que componen la serie. La inspiración surge del estudio de la historia. He leído a muchos historiadores, abrevado de muchas fuentes, incluidas cartas de comerciantes extranjeros que transitaban la zona entre 1815 y 1840. Tratando de ser fiel a los acontecimientos históricos, aunque aclarando siempre que es mi interpretación artística.
Tengo la suerte de conocer la trastienda de tu trabajo y sé que trabajas en colaboración de tu familia y principalmente de Gabriela, tu esposa. Me gustaría que nos transmitas como es aportar este legado a tu familia
Mi familia es fundamental. Mi casa se ha transformado en una casa taller, en la que se camina esquivando partes de murales. ¡Un caos, pero nadie se queja! Cuando me tocó hablar en la presentación del mural de Ramírez dije que probablemente la mayoría de los hombres tuviéramos una Delfina en casa. Que está firme allí, apoyando, luchando a nuestro lado para sacar la familia adelante. Gaby es mi Delfina, mi socia de la vida, un motorcito que empuja y empuja y no me deja aflojar. Somos un equipo, que incluye también gente que no es de la familia, pero que ya es como si lo fuera. Todos figuran con sus nombres en la placa junto a cada mural. Respecto al legado, lo único que siempre me importó es que mis hijos sean buenas personas. En lo ateniente a los murales, creo que aún no son conscientes de que cuando ellos sean abuelos, seguirán allí.
Ramiro el más pequeño de la familia, nos aporta que a él le gusta trabajar en equipo, trabajar en familia y aquí lo vemos presente, con pinzas y trapos en la mano aportando su colaboración en este momento.
Cuáles son los próximos pasos en tu relación con la Municipalidad. ¿Hay algún otro trabajo proyectado?
La intención inicial era cubrir la mayor cantidad de paños de esa pared sobre Boulevard Sansoni. Luego nos dimos cuenta que los arboles existentes no iban a permitir que se aprecien correctamente. Tengo una idea de vincular los paños con representaciones de cintas patrias y pájaros de la zona, a media altura, donde el follaje no interfiera, pero aún no lo he planteado al municipio. Por ahora el broche de todo esto sería un mural de la Batalla de Caseros, sobre la ochava frente a la rotonda del cementerio, YPF, oficina de turismo. Con Urquiza como figura central, caballos y jinetes a escala real, muy impactante.
Para finalizar me gustaría que nos transmitas que sentís cuando pasas por allí y ves tus obras de esa magnitud.
Son varias sensaciones. Mientras estaba terminando el mural de Ramírez se acercaron a charlar unas cuantas personas. Pero recuerdo especialmente una señora, que me dijo que luego de la pandemia caminar por el Boulevard y mirar los murales le levantaba el ánimo, le hacía bien. Saber que puedo generar eso en otras personas con mi trabajo es muy placentero. Se siente orgullo, confianza y también impacta pensar que los nietos de mis nietos podrán verlos.
Gracias Hernán por tu tiempo y permitirme vivir los momentos previos al 23 de septiembre que se va a inaugurar esta obra, con la presencia de Presidente Municipal Dr. Martin Oliva y demás autoridades que acompañarán en ese día
Por Ana Almeida – Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay –