Sorpresivamebte dos personas que consumieron “achuras” asadas, ambas compradas según trascendidos en una misma parrilla, adquieron en su ingesta un virus mortal.
Ingresaron al nosocomio de su localidad con síntomas estomacales, vómitos y deshidratacion con resultados mortales.
Por nuestros pagos son muchas y muchos que recorren las “carnicerías políticas” en busca de otro tipo de achuras; las que no matan sino engordan.
No interesa el color político de la carniceria sino de en donde están las mejores, las más sabrosas y que en vez de salmonella y sighella, están cargadas del germen verde por no decir “dólares”.
Este tipo de mercadería es la que mejor despierta la codicia de muchos politicos, que no están en lista, que son muy conocidos en nuestro medio y sueñan con “achuras no caras sino CARU”.
Después tenemos los achureros de menor porte que vienen colgados del gancho carnicero desde hace años.
Siempre prendidos con el carnicero de turno que les brinda la “beca achurera” que la reciben año tras año, con la suerte que no le caen nunca mal.
Comen y comen y las digieren algunos en viajes suntuosos y o en tardes de ocio en el casino.
En una palabra mientras algunos murieron por achuras en mal estado otros el bien ” estado” los pone lindos y gorditos.
Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay
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