EL DEBATE PENDIENTE

La apertura del año legislativo comunal viene cargada de debates sobre los cuales que valen la pena opinar.

´ Por Agustín Bordagaray

Esta primera sesión, prorrogada desde el 1 de marzo cuando el Intendente dio su memoria a la Legislatura, continuó con el debate de la aplicación de la tasa de Alumbrado que se percibe en la factura de la luz.

El primer punto destacado es la actuación del Vice Intendente en la sesión.

Desde que anunció oficialmente la creación de un partido político propio comenzó a mostrar los dientes a la gestión que integra.

Primero cargó contra el intendente y ahora dedica sus palabras a los concejales.

Esto lleva consigo una pregunta, ¿a quién representa el Vice intendente?

Para intentar contestar este interrogante recurro a la Constitución de Entre Ríos, que dice: “ARTÍCULO 233: El gobierno de los municipios está compuesto por dos órganos: uno ejecutivo y otro deliberativo. ARTÍCULO 234: El departamento ejecutivo está a cargo de un funcionario con el título de presidente municipal, que es elegido por el voto directo del pueblo a simple pluralidad

de sufragios. En la misma fórmula y por el mismo período se elegirá un vicepresidente municipal. Para ser presidente y vicepresidente municipal, se requiere tener como mínimo veinticinco años de edad y cuatro años de residencia inmediata en la jurisdicción.

Durarán cuatro años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo ser reelectos o sucederse recíprocamente por un período consecutivo más y luego sólo por períodos alternados.

En caso de ausencia definitiva del cargo del presidente municipal, sus funciones serán desempeñadas por el vicepresidente, que las ejercerá durante el resto del período constitucional.

Cuando el impedimento sea temporal y no exceda de cinco días hábiles, será reemplazado mientras dure el mismo, por un secretario municipal. Cuando el impedimento exceda el plazo precedentemente señalado, ejercerá sus funciones el vice presidente municipal.”

La Constitución entrerriana es clara, el Vice Intendente es parte de la fórmula por la cual el pueblo elige al Presidente del Poder Ejecutivo y a su reemplazante. De esto se colige que el Vice debiera ser la voz del DEM en el HCD.

No es una voz independiente. Tampoco es parte de ningún bloque.

Tiene dos funciones taxativas, presidir el HCD y ser el reemplazo del Intendente.

Por ello aparece excesiva su obsesión por usar una banca para hablar en las sesiones deliberativas.

También suena raro que todas las intervenciones sean para criticar los proyectos que envía su compañero de fórmula.

El segundo debate que se abrió en la sesión es el rol de los concejales.

Quiero decir que me pareció de alto vuelo el discurso del concejal Gurne, quien con altura política y expresiva explico claramente cuál es el rol de los bloques, la representación que cada uno tiene, cual es el lugar del debate del pueblo. Hasta deslizó algunas chicanas, pero con respeto y dentro del marco que un debate otorga.

Nuevamente, el discurso del Vice intendente, el más contestatario de los opositores, deja muchos interrogantes.

A modo de ejemplo, se queja de la falta de paridad de género de la comisión de Hacienda cuando en esta misma sesión pidió el voto a un decreto firmado por él donde se conforman las comisiones.

Otra vez fue desmentido por el bloque de Juntos por El Cambio sobre el tema de la falta de participación.

Me perece un síndrome de baja estima cuando se escucha dentro del propio seno del HCD que la manifestación unánime de los representantes del pueblo respecto de pedirle a las autoridades provinciales y nacionales que se hagan cargo del problema que ellos mismos crearon y que involucra a todos los partidos y periodos de gobierno, que esa manifestación es inservible. Es lo mismo que decir que la voz del pueblo a través de sus representantes legítimos es inútil. Ello va contra el precepto de la constitución de representación popular.

El tercer tema que quedó plasmado en la sesión es el tributario municipal.

Si hay un ejemplo claro y contundente de Tasa Municipal es el del Alumbrado Público.

Y si hay un ejemplo claro del destino de ese tributo, es la percepción de la misma a través de la factura de la luz, ya que casi el 90% se destina, sin intermediarios, a pagar el alumbrado público.

La discusión es como se distribuye.

Comparto la posición que expresa que cada tributo debe ser cobrado en la factura que corresponde. Siempre dije que las percepciones y retenciones son la muestra de la ineficiencia del Estado para controlar y recaudar sus ingresos.

Por ello también me parece que deben discutirse los adicionales que se suman a las tasas destinadas para los bomberos, el comando radioeléctrico, la cooperadora del hospital, etc. Ellos financian gastos que corresponden al gobierno provincial y que en su gran mayoría fueron votados por este Concejo Deliberante, cuando algunos de sus miembros ahora cuestionan la tasa en la factura de la luz.

Junto a ello debe debatirse la totalidad del régimen tributario municipal y su forma de distribución. Hay que recordar que estos tributos son los que financian los gastos de la Municipalidad.

Por ello me parece irresponsable pedir que la Municipalidad financie gastos y disminuya tributos.

Debe discutirse también el alcance de las ayudas municipales a las instituciones, las obras públicas, etc.

Conjuntamente debe discutirse la forma de distribución de la carga tributaria de las tasas.

Quiero detenerme un momento en la factura de la luz. De nuevo, la tasa que se percibe es un porcentaje para todos los usuarios de la energía eléctrica.

Es claro que es injusto que los comerciantes tengan que pagar un monto exorbitante para mantener, por ejemplo, sus productos perecederos. Pero, pregunto, ¿también debe bajarse la tarifa a quien tiene en su casa una pileta y para lo cual enciende la bomba depuradora toda la noche para poder disfrutar de un chapuzón con agua limpia? Aclaro que me parece excelente que quien pueda acceder a ese goce lo haga sin restricciones, ahora ¿no debe pagar por ello? De cualquier manera, el precio de la tarifa es un cargo para ENERSA, CAMESA, Y LOS ORGANISMOS PROVINCIALES Y NACIONALES DE CONTROL ENERGÉTICO.

Estas preguntas y otras muchas más deben ser debatidas en asambleas abiertas.

También considero que ello no puede hacerse en medio de una crisis.

Por último, considero que en estas circunstancias debe atenderse el problema de la mejor manera, donde todos compartamos sus consecuencias y continuar un debate serio, que no debe cajonearse más hasta la próxima crisis.

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