Siempre los muros o los paredones fueron una de las formas de propaganda política y quizá de los más económicos.
Hace al folclore y a la mística de los seguidores y a los pintores que buscan expresar atraves de sus formatos las postulaciones políticas.
No escapa que es un arte y en muchos muros queda la expresión del barrio y los seguidores de tal o cual candidato.
En tiempos prohibidos fueron las paredes de sitios baldíos que llegaban a la gente con sus mensajes.
Los primeros se escribían con grafitis de polvo negro en paredes blancas pintadas con cal. Con el tiempo dieron lugar a colores y pinturas al agua y esmaltes sintéticos.
Siempre para la elecciones cobraban fuerza los pintores de letras y no faltaba algún aficionado que se sumará a pintar a mano alzada los mensajes y o nombres.
Últimamente se utilizan aerosoles de todo tipo de color que dejan en los muros verdaderas obras de arte.
Ahora previamente a las fechas de las PASO vuelven a tomar relevancia los textos, el slogan, los números que responden a cada lista y sus nombres.
Algunos candidatos ciertamente “exquisitos” estiman que ensucian la ciudad y se abstienen de utilizar este método de propaganda; no todos.
Muchas veces han ocasionado ciertas incomodidades de sus propietarios en virtud que no simpatizan con la figura plasmada en su muro.
No siempre ocurre esto pero suele suceder. Por tal motivo siempre antes de grabar nombres e identidades partidarias es conveniente contar con la autorización de su dueño.
Por eso nuestro Chivo Angelini, mantiene su tapial paredón que mira al Norte, demostrando su peronismo acérrimo y no para las elecciones, sino eterno.
En días más nuestra en nuestra ciudad hablaran sus paredones y muros como nunca o como siempre se hizo.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.