No importan las 540 abras anteriores es la misma metodología, dejar que los negritos, coloquen carteles, o asuman cargos que no tienen como los ex candidatos, o juntarlos para mostrarlos en foto, todo sirve para mostrarse ganador.
A lo mejor la interna lo favorezcan, pero se olvida que la verdadera competencia es la otra elección donde es a matar o morir, donde hay que tener en cuenta cuantos votos aporta el carisma de Bhal o de Oliva, o de Massa, por más que sus asesores le juren y perjuren la avalancha de votos viene de la ciudad a la provincia y la Nación, la teoría del derrame al revés, invertido, todo vale para inferir o contagiar entusiasmo.
Ahora si o si por menos que sean los votantes va a necesitar unos 25 mil votos, va a tener que arreglar con las tres líneas del peronismo por más que una saque un premio consuelo, por más que Guillermo Vázquez con su equipo de radicales, con su mensaje tradicional se quejen del gobierno pero lo vuelvan a votar, se pongan a su disposición o que el mismísimo Juan Carlos Godoy infiera votar por él, todo sirve para acordar sin mirarle, el de donde vienen hay un objetivo ganar solo ganar.
Los que producen hechos positivos no se muestran, no se le agradecen, como el caso del Ing. Rubén Delsart, o CPN, o Futuro abogado a tan solo cinco materias del final, el esfuerzo no se debe mostrar solo vale robarle las acciones concretas.
Pero se ve que a los muchachos les gusta, cobraran de alguna otra manera nunca diciendo la verdad, que se llega a este impulso porque tres pelotudos un día en una mesa café y en especial Adalberto Cesar Delsart sostenía que por más que se ponga en valor el Palacio San José si su entrada era deprimente perdería el verdadero valor.
Las ideas no se matan y menos se debe matar al Cartero.
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