El vértigo de la vida diaria de pronto nos hace dejar de lado muchas actividades.
Hoy domingo se cumplió la primera semana que el pueblo se expresó en las urnas.
Ese domingo 13 próximo pasado. Trajo muchas sorpresas y dejo preocupados a quienes se postularon como candidatos, en todas sus categorías.
Hoy el tema es uno y ocupa a todas y todos. La revolución de las conciencias movilizó y moviliza a la clase política, a la casta como expresa Milei y pone a todo su espectro en una recta final con destino incierto.
Para algunos las operaciones matemáticas lo favorecen mientras que para otros no le cierran. Las sumatorias de pronto te suben al pedestal de la victoria o te inyectan para que doblegues es esfuerzo para torcer el destino.
Pero ni las matemáticas, ni las viejas identidades ni la profundidad de la grieta son garantía de nada y menos de triunfar en las urnas.
Si el ser humano en lo individual se equivoca, porque no ha de equivocarse en la suma de individualidades. Es decir no siempre sucede aquello que “el pueblo nunca se equivoca”.
Y así como decíamos anteriormente, terminado el 13 con sus distintos resultados, nos encaminamos en el carreteo final hacia un octubre que puede sorprender a muchos.
Los que pretenden ser los auténticos ganadores deben recurrir a la historia y a la modernidad. Utilizar los métodos de antaño y sumar a las convocatorias por redes sociales que son las últimas preferencias.
No hay ni debe haber descanso hasta octubre. Dejar algunas antinomias internas y al unísono volver a la fuente. Los votos se cuentan de a uno y tal vez muchas y muchos están esperando una “caricia” del candidato para revolver esa revolución de conciencia a la que nos referimos.
Todos votamos y todos somos útiles en esta contienda. Hay que sumar y el PJ como institución debe llamar a quienes fueron postulantes y de cara a la sociedad en general y a la “compañera da” en particular mostrarse unidos para triunfar.
La lectura de las urnas hoy es compleja y al peronismo local, a sea a Lauritto no le alcanza. Tampoco a los otros espacios que si no se “juntan” no llegan. Salvo Pamela que batallara sola como el sol, para brillar mejor y a su manera.
La suerte para el Laurittismo está echada, como en el juego de “taba”; solo dependerá del conjunto y de las mejores tácticas en busca del voto
El Memorioso Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.