Qué paradoja pensar que en mil momentos le recomendé no ser concejal, que no era su espacio y si no fuese Salud Publica, que sea otro organismo donde esté cerca de la gente y lo territorial.

Ayer que recibió el diploma de concejal se dio cuenta que su pasión, su amor por el otro le había puesto una barrera aunque sea momentánea y ahí empieza su reflexión y a cuestionarse así mismo si eso era crecer o ir para atrás.
Le hablo al amigo Miguel está muy bien ser disciplinado, obedecer órdenes pero perder su identidad, debe ser complicado, está bueno crecer de a un escalón pero por que no pensar o decir quiero saber si estoy capacitado para algo más, solo Miguel lo descubrirá en sus momentos de óseos, espero.
Conocí a personas que quieren lo mejor para Miguel, pero créanme que lo mejor no es ser solo levanta mano, que puede estar a consideración de la gente pronto, con Martin Oliva, con Yari Seyler, con Marianela Marcley, con Viviana Sansoni, con Juan Martin Garay, con el Dr. Oscar Noir, o con el Dr. Vandulciel aunque muchos hayan tenido su espacio y momento, es la pelea que se viene.
Y como alguien de su entorno nos decía escribí este titular hay contentos y habrá desilusionados en toda campaña siempre ocurre lo mismo.
Creo sin equivocarme en el abrazo de despedida que se dio casualmente con los doctores Vanina Poletti y Pablo Lombardi que parte de su corazón, de su lucha empezaron a verse truncadas, estas a tiempo Miguel no abandone tus sueños, aunque parezcan imposibles.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.