Seguramente los “cabecitas negras” o los “descamisados”, no estemos insertos en este segmento donde suelen ” codearse” los hombres y mujeres “recogidas” de nuestra sociedad.
Siempre la historia me enseñó que las clases sociales de nuestro país fueron varias:
Arrancamos mal con Milei y antes de iniciar su gestión. Hoy todo lo que dijo no sabe si lo podrá cumplir y lo que anunció como medidas incuestionables e innegociables, ya no es tan así.
Vamos camino incumplir como su socio político y ex pdte. Macri y a dividir a la ciudadanía entre argentinos de bien y de los otros.
Habrá que esperar que politólogos, sociólogos, psicólogos, pedagogos e historiadores nos expliquen y cuenten que significa ser “un argentino de bien” y a partir de ahí saber de qué lado estamos.
Siempre se diferenciaron a partir de su status económico. Al comienzo de nuestra patria estaban las damas distinguidas, rancia y noble y por el otro lado la clase popular o pobre.
Tres grandes grupos clase alta, media y baja; para no entrar en las divisiones de la época colonial entre españoles, sus hijos, criollos, mulatos, negros y así otras divisiones étnicas. La asamblea del año Xlll abolió los títulos de nobleza y los esclavos. Todo un logro y una bendición de los patriarcas de entonces.
Si bien por estos días muchos “porteños” se diferencian según el barrio en que viven y otros se sienten “patricios” no habíamos llegado a que las propias palabras del futuro presidente, no marquen y no diferencie entre orcos y argentinos de bien.
Ahora ya no solo estaremos divididos por la grieta, sino por castas.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.