Patricia, la montonera de años “a”, la cara pintada después, la que camino cacerola en manos, la que cabalgo junto a los campesinos con poncho tucumano, la provocadora serial, hoy pretende que aquellos que sientan la necesidad de expresar sus protestas lo hagan por la vereda.
La calle está prohibida para quienes pretendan ocuparlas con intenciones de protestas y reclamos. Prohibición total en un todo de acuerdo al art. 194 del C.P.
Asimismo prohibido de “marchar” con menores de edad, aunque estén junto a sus padres.
Multas y palos para todas y todos. Para los organizadores, para los que protesten y para quienes solventen estas manifestaciones.
Nos preguntamos: los peatones que se movilicen a pie, por dichas veredas, que hacen??? Bajan y caminan por la calle, con un cartel que diga “yo no estoy en la movida”.
Cuando las chicas de “barrio norte ” o de puerto madero caminen con ollas y tarros en mano será lo mismo.
Estarán permitidas las marchas solicitadas con previo aviso, tales como procesiones religiosas o deportivas entre otras.
Patricia pretende que los costos de movilización para cubrir el operativo, será paga por los responsables de organizar marchas y protestas.
Bullrich se olvida que los caminantes en desacuerdo son insolventes.
Pagaran con cárcel???
Esta mujer quiere emular a Margaret Tacher e imponer mano dura con los más débiles. Maltratar a los manifestantes que seguramente lo hacen en busca y procura de mejorar su calidad de vida.
Es indignante.
Las medidas que tomará podrán solucionar y prohibir la libre expresión del pueblo. Se bancara la libertaria de última hora las protestas sin derramar sangre.
Se bancara el costo social que implica en caso que deba reprimir.
Cuando las piezas de un ajedrez mueven las blancas, luego mueven las negras y en este intercambio de lucha por necesidad y protestas por bienestar está la necesidad y cuando la miseria apremia se necesita una fuerza opresora que lastime y duela, pero esta represión tiene un costo político y social muy caro.
Habrá que esperar si al peón negro, le sale un caballo blanco, para luego al alfil negro le ante pongamos la torre .Esa torre amarilla que todos conocen.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.