Mientras Rogelio Frigerio termina de definir su gobierno, quedando ya muy pocos nombramientos por formalizar en las distintas líneas, más la justificada reducción de la planta política, Basavilbaso prácticamente se queda sin nada.
Ante una gran oportunidad, con la fuerza de haber ganado por tercera vez la intendencia en un bastión históricamente peronista, ni dirigentes del Pro ni radicales ocupan cargos preponderantes.
Lo más llamativo –para sumarle desvalor a nuestra ciudad— es que, dirigentes de Concepción del Uruguay, los que no ganan una elección hace 36 años, ya ubicaron una veintena y en puestos de decisión.
Hasta ahora, sólo Gustavo Hein ocupa un espacio político de peso y en un poder que no es el Ejecutivo. Y, si bien llevó con él a Marcos Oroño, este ocupa un puesto más administrativo que político.
Una rara paradoja se dio en el Departamento Uruguay: los perdedores uruguayenses se impusieron ante Frigerio ante los ganadores basavilbasenses.
Claramente, con esta configuración política de “Juntos por Entre Ríos“, quedó evidenciado que el “poder” radica en la Histórica y que Basavilbaso, a diferencia de los gobiernos anteriores, en su mayoría justicialistas, perdió peso.
Seguramente los partidos integrantes de la coalición –Pro y UCR– tendrán que estrechar filas, volver a tomar envión y pelear, en el buen sentido, por espacios que nunca se debieron perder.