Nadie que encabece una movilización nacional.
Nadie que levante el grito de protesta contra las medidas impuestas por este gobierno.
Nadie que convoque en paz a una concentración popular para impedir los terribles ajustes y desproporcionados aumentos de la canasta familiar.
No necesitamos ni pretendemos un paro nacional, solo necesitamos que el pueblo se movilice y se concentre protestando.
Se necesita que los líderes del movimiento obrero, fuera de un día laboral llamen al pueblo a las plazas y calles a modo de impedir las atroces medidas que nos impone Javier Milei.
Sin agravios, sin banderas, solo con presencia para decirle a gobierno que más allá de haber obtenido el 56% de votos, esta manera de gobernar llevará al hambre de pueblo, como lo va encaminando.
No se puede permitir el nuestro presidente embutido de soberbia y omnipotencia arremeta sin escrúpulos contra todos y todas y que nadie salga a contrarrestar de la misma manera. Insulta a intendentes y gobernadores a gusto y paladar.
Agrede a la cultura y a todo aquel que se manifieste contrario a sus medidas.
Trata de coimeros a diputados y senadores que le votan en contra. Insulta al Papa y luego sale a pedirle perdón.
Atropella a la famosa casta y castiga a las clases medias y medias bajas.
Se mueve con periodistas que sólo comentan sus medidas gubernamentales sin disimular que están ” ensobrados”; y así contra todos y todas.
Y, nadie que en forma contundente salga a contestar y contrarrestar con firmeza sus atropellos, ni nadie que convoque a la protesta.
Solo Lali, una popular cantante, que tiene luz propia y personalidad; fue más contundente con su nota dirigida en forma personal, que todos los funcionarios que son a diario agraviados y vapuleados por la lengua feroz del maleducado.
Hasta cuándo puede el pueblo aguantar.
Hasta cuando seguirán las medidas de asfixia al pueblo que lo voto y al que no.
Esto seguramente no tiene un final feliz; el pueblo en algún momento saldrá a las calles seguramente en forma pacífica para generar el verdadero cambio que soñó.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.