Arranco una gestión con muchos de los históricos que acompañan, pero que poco se muestran. No se conoce la ecuación de empleado municipal en relación a la cantidad de habitantes.
Falta gente en la calle.
Nada se anunció recolectó a moratoria por tasas impagas de contribuyentes faciales y o comerciales. En una palabra recibió Lauritto una gestión sin deudores.
Puede ser una pregunta aseverativa. Todo puede ser.
Después del mensaje que brindo el Sr. Intendente podemos decir, “poco nos dejó”.
Era de presentir ante una campaña hueca, sin plataforma de gobierno, con pre candidato que sólo se limitó a recoger lo que escuchaba de los vecinos.
Muchas reuniones familiares huecas de contenido, donde casa vecino presento sus necesidades personales y nada más.
Superada la interna no existieron las jornadas programáticas en virtud de experiencias pasadas. Todo igual y o peor.
Martin Oliva deja una gestión prolija, que agrado y al no conocer el estado económico financiero al día de hoy, estimamos todo bien.
Los cuerpos de inspectores ya no están y tampoco se conoce de su existencia.
A tres meses de la Fiesta de la Playa todavía no están los resultados. Este no es el Lauritto que la gente concepcionera conoce y por eso voto.
Recibió los dos balnearios Itape y Pelay como un paquete de entera confianza.
Enamorado por arreglar calles de tierra sigue con el mismo proyecto que dejo cuando le entrego la batuta a Oliva. Hoy a más de seis años sigue igual.
Seguirá con el hormigonado de otras 300 más, que cada vez que habla las menciona como trofeo de modernidad.
No está mal pero hoy la ciudad necesita de otras cosas.
Un shopping en el ex mercado 3 de Febrero por decir algo, o un mercado de abasto para contribuir con la canasta familiar, o retomar turísticamente hablando con la idea cuando estaba en CARU de lanchas a Paysandú.
Puede hacer mucho si quiere y emprende.
Pero deberá animarse y comprometerse con invertir y eso en él es casi un imposible.´
Por ahora, salvo el Itape por su céntrica ubicación ofrece un aspecto algo mejorado.
Pero Pelay es la nada misma, convertido en un pórtico de entrada sucio y abandonado y en toda su extensión trastos viejos, ramas y árboles caídos, basura que trajo el río, hojarascas y charamuscas por todos lados, piedras y ladrillos de lo que en algún momento fueron bancos y parrilleros.
Y lo peor que Lauritto no expresa nada, ni intenciones de limpiarlo y menos considerarlo para algún emprendimiento privado.