Acaba de ser detenido el asesino del playero de la estación de servicio, de Rosario.
Un chico de apenas 15 años llamado Bruno, que luego de una intensa búsqueda por todos los barrios periféricos, se logra dar con el en virtud de algunos relatos de vecinos, que escuchan a un joven, casi un niño, jactarse de haber sido el autor de semejante crimen.
Con esta detención seguramente debe comenzar un gran debate sobre la edad de imputabilidad y en este caso puntual que debe hacer la justicia con este niño asesino.
No caben dudas que los tiempos y el deseo de estar jóvenes de tener todo sin él mejor sacrificio, los convierte en SICARIOS.
Todo un desafío en una discusión que lleva años, en cuanto a la idea de bajar la edad de imputabilidad.
La discusión está abierta. El QUE LAS HACE LAS PAGA.
Con un antes y un después este hecho tan desgraciado, generado por un joven asesino debe preocupar a toda la sociedad en su conjunto, a los especialistas en la materia, a los legisladores que deben considerar y deliberar acerca de la edad de los niños y jóvenes que delinquen.
Un debate profundo es necesario e imperioso cuando estos jóvenes no tienen piedad con nadie y no les importa ni su propia vida y menos la de los demás.
Pero más allá del desgraciado hecho que destruyó una vida, una familia y la propia se deberá seguir quien indujo a chico a cometer este crimen o si fue una escapada del horror, en la que están sumidos estos jóvenes.
Ha llegado la hora de involucrarse en este tema y no mirar para otro lado.
Lo que fue ayer el sufrimiento de un vecino, hoy puede ser el tuyo.
Juan Carlos Botta – El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.