Nadie entiende nada.
Todo resulta inexplicable.
Los nervios y la borrachera de poder lo habilitan para maltratar a todos y todas.
No existe diferencia de género y hace uso y abuso de su jerarquía y maltrata al personal.
Obvio este temperamento sale en esta gestión pero quienes lo conocían cuando era el hombre de la toga, comentaban exactamente lo mismo.
El más expresivo de los municipales, ayer nos decía, …” anda a los gritos con todos, impaciente y mejor no cruzarlo”.
Aquellos del riñón histórico en plena campaña expresaban que estaba cambiado.
Pero le duró muy poco esa actitud paternalista de empatía con el subalterno.
En definitiva puertas adentro es una persona que abusa de su poder y acosa a propios de su mismo entorno.
Algo le pasa se preguntan todos. Lo abruma el mandato o está en el cansancio propio del guerrero.
Ya nadie quiere tratarlo.
Genera rechazo y para muchos resulta tóxico.
Lo mismo está sucediendo con quienes lo acompañaban con o en el club de sus amores.
El fracaso absoluto de los resultados deportivos se le suman a todo el menú de situaciones de la comuna y el fútbol.
Juan Carlos Botta – El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.
Las historias que se vienen
