Mile Slobodiañiuk está en Salinas Grandes, Jujuy.· Purmamarca 

Esa mujer que se paga su café, su comida, sus gustos y necesidades, sus zapatos y carteras. Esa que no le teme a la cuenta de un restaurante cuando invita ella y se abre la puerta de un auto sola.

A una mujer que esta lista antes del horario pactado y no hace esperar.

Esa que puede caminar sin tomar del brazo a nadie aunque sienta ganas de andar toda una vida juntos.

Esa que se colorea el cabello en su casa, se hace las uñas, se maquilla sin tener una fiesta .

A una mujer que cocina, lava y plancha sin una mucama.  Que cuida ella misma de sus hijos y trabaja desde su hogar.

Esa que disfruta más el patio de su casa y plantar flores antes que al gimnasio a….” Socializar”.

A una mujer que lee todas las columnas de noticias. Que habla con propiedad aunque escriba con algún error.

Esa que conduce y no se olvida del guiño para doblar.

La que no gasta demás y en estupideces.

La que ahorra y mete unos cuantos trapos en la valija y hasta luego por unos días sin dar explicaciones.

A una mujer que tiene amigos sin haberse acostado con ella.

Esa que se puede dar el lujo de decir…me gané el respeto que me tienen por ser directa y no soberbia.

Esa mujer que cura sin ser médica.

Que sabe de justicia sin ser abogada.

Que adivina sin tener tantos poderes… solo su intuición.

A esa que cuesta convencer con falsas promesas porque conoce de palabras honestas y actos que lo dicen todo .

La que escucha y después decide que es verdad y que mentira por que derrocha experiencia y se nota.

Esa mujer capaz de dar vuelta una página y comenzar a escribir de nuevo su historia sin tantos puntos suspensivos, uno y basta.

La que es admirada por que su simpatía y sencillez abren más puertas que billeteras y más mentes que bocas.

De las que te encuentras por la calle y debes desviar tu camino por que su seguridad al caminar aterra .

A una mujer que a perdido la vergüenza y se declara culpable de sus errores y los enmienda con distancia después de aprender que no cualquiera está a su altura o entra en su corazón.

Esa que se aleja de la misma manera en que llegó , en puntas de pie para no hacer mucho ruido cuando se marcha .

La que dice ” te quiero” .

La que aguanta un desprecio.

La que insiste y luego desiste porque miró el calendario y tachó con rojo la última vez para no olvidar que ahí…no tiene que regresar.

A la mujer que se acuesta sola y se levanta con su única compañía y se abraza dándose los buenos días.

La que sonríe porque nada le es fácil pero tampoco imposible.

La que ama pero no se apropia de un ser.

La que deja todas las puertas abiertas porque sabe que algún día se irán los que juraron quedarse para siempre.

La que aprendió a llorar de alegría porque las tristezas están a la orden del día,  entonces disfruta momentos, viajes a solas y encuentros.

La que no se embriaga para matar penas porque el tiempo mata todo lo que no valía la pena.

La que es fuerte y no lo demuestra hasta que le toca olvidar.

La que es débil y lo oculta porque sabe de marchas atrás.

La que aparece y permanece.

La que sin una sola palabra o reclamo se desdice.

La que dejó de querer…queriendo.

La que tiene amnesia temporal para las vueltas del destino si  la vuelves a encontrar.

La mujer que una vez en la vida te la cruzas y ya no sigue siendo la misma…pero tú sí.

Y hace rato lo sabía, quizás por eso no te elije.

A esa mujeres, le temen los hombres, las esquivan y las olvidan en un abrir y cerrar de ojos porque sienten que no las merecen…

y que acertados .

“Y ellas que suertudas son”.

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