Tres títulos que conmueven a la familia del fútbol local.
La decisión de dar por perdido el partido al lobo, es la correcta pero no alcanza. Debe estar acompañada de otras más severas, como la suspensión del estadio por varios meses, para que estos delincuentes sientan el daño causado y para que los directivos de la institución tomen otro tipo de medidas en el ingreso de cada competencia.
Los autores responsables que seguramente estarán festejando la hazaña o la travesura que le pudo costar la vida al jugador, deben una vez identificados pagar las consecuencias.Este acto delincuencial no les puede salir gratis.
Podran estar apañados quien sabe por quien, pero de todos modos son los responsables directos del daño que causaron al fútbol, al club, a los socios y simpatizantes de bien, a la ciudad y a los dirigentes.
Estos hoy no son bien vistos y tienen sobre sus espaldas el “que se vayan todos”.
Tal vez o no lleguen a ser dolidariamente responsables pero el solo hecho que no tomaron los recaudos suficientes para que estos hechos de vandalismo deportivo, los dejo nokaut.
Si tienen algo de disciplina no pueden esperar ser echados; deben ser sufientemente honestos con ellos mismos y presentar la renuncia.
Independientemente de los directivos actuales todos saben que en esa institución existen desde las sombras, otros directivos que no están a la vista del público, pero que son extremadamente escuchados. Este acto tiene que marcar un antes y un después en GIMNASIA.
Deberán directivos y cuerpo técnico retroceder unos pasos, tomar envión y comenzar de nuevo.Que se vayan todos no es justo, pero si unos cuantos.
Si este lamentable acontecimiento no sirve para reflexionar no servirá de nada, cambiar ” cabezas” para que todo siga igual.
El Observador – eldisparadoruruguay.com.ar
