Sabemos de las recientes visitas de funcionarios de la provincia, vinculados al turismo.
Pudimos observar junto al concepcionero Satto a Lauritto y otros jerárquicos locales, recirriendo la Isla de Puerto.
No es mucho lo que se necesita para dejarla en óptimas condiciones y “poner en valor” como se acostumbra a decir por estos días.
Ha quedado demostrado por turismo local y de otras ciudades que el encanto del lugar es uno de los más visitados.
Todo a partir que Banco Pelay sufre la desidia de funcionarios sumados a robos, tormentas, crecidas del río, etc etc. que han hecho del entonces mejor balneario de rio para convertirlo en tierra y árenas arrasadas con parrilleros destruidos y oficinas en supremo abandono.
Ahora bien y volviendo a la Isla del Puerto hemos notado y percibimos desde su misma inauguración que no posee un solo mástil que enarbole nuestra enseña patria.
En todo su extenso recorrido, donde no faltan rotondas y palmeras no gozamos de ver flamear nuestra bandera, o quizá nuestras tres banderas.
Algun arquitecto podría diseñar y proyectar un monumento que ilustre en primer lugar la principal bandera argentina, la provincial y la municipal.
Algo importante a la vista que incluso pueda ser observada y guía para los navegantes que circundan el Río Uruguay.
Sabemos que no hay presupuesto pero entendemos que no debe ser muy oneroso, ni va a resentir el presupuesto provincial y o municipal.
Señores funcionarios: no nos quedemos con la letra fría de la canción, …” acá esta la bandera idolatrada, la enseña que Belbrano nos lego “…, proyectamos la manera que en la Isla del Puerto, encuentre un punto emblemático para flamear esplendorosa.
El Observador – eldisparadoruruguay.com.ar
