El proverbio “perro que ladra no muerde” , tiene casi quinientos años de antigüedad.
A ese clásico y frecuente grito de alerta de parte del actual jefe comunal, ya estaban (mal) acostumbrados los funcionarios de Lauritto.
Era vox populi que nunca echaba a nadie. Ladraba, ladraba y ladraba. Nunca mordía.
Pero…cuidado. Parece que el susto fue grande y empezó a recorrer los pasillos de la Muni.
Un sudor frío corrió por la frente de casi todos los funcionarios, cuándo azorados, vieron que El perro, mordió.
Empezó a echar a los que a funcionarios que no funcionan.
Incrédulos algunos y alcahuetes otros, el reguero los salpica por igual.
Aunque no lo imaginan con una motosierra, han visto al intendente con serrucho en mano y ya lo empezó a usar.
Cómo diría Riverito: A cruzar los dedos!!!
Juan Carlos Botta – eldisparadoruruguay.com.ar