Milei descaradamente sin escrúpulos de ninguna naturaleza, fiel a su estilo y con una falta total de reconocimiento trato a Raúl Alfonsín de golpista.
Niega en su discurso y le baja el perfil al ex presidente, ser el “padre de la democracia”.
Para quienes comulgan aun y han defendido al partido centenario escuchar a Milei, fue más que una ofensa, es un agravio a la república, a la democracia y al pueblo argentino.
Aceptar y agachar la cabeza y solo pedir solo respeto por Alfonsín, es una tibia consideración y hueca de ideales radicales y ” quebrados ” en su identidad partidaria.
Justamente a 41 años de ser elegido por el 52% de los argentinos, luego de una cruel tiranía, ante un público selecto como la Fundación Mediterránea, Milei acusa a un ex presidente de la talla de Alfonsín de ser junto a Duhalde mentores del golpe años antes.
A todo esto el comité central de UCR recibe el impacto, y solo intenta tibiamente de considerar que las expresiones de Milei, son sólo una mentira ” patética ” y piden solo respeto por el ex Presidente Alfonsín.
Lo menos que debieron solicitar más allá del respeto que merece la figura del líder radical, fallecido y sin poder defenderse, es la retractación de lo dicho. Debieron salir de otra manera, con un repudio a sus expresiones y con comunicados que demuestren el sentido agravio al mismo Raúl Alfonsín, y al partido radical.
Fueron mezquinos en la defensa. Fueron egoísta con la figura de Raúl y con la democracia misma.
Fueron tibios y ” cagones”.No se animaron a más y solo atinaron a pedir respeto, cuando en realidad todo el arco del radicalismo debió salir con ” los tapones de punta ” contra las expresiones de Milei, dichas frente a militantes del propio partido que escuchaban atónitos las ofensas al ” padre de la democracia”.
El Mirador – eldisparadoruruguay.com.ar