EL BARITA CANTOR

Los uruguayenses nos mal acostumbramos a estacionar el cualqueier espacio, aun siendo prohibidos.Quiza se debería sumar repintado y mejorar el señalizado y a partir de ahí, desde División Tránsito aplicar las sanciones establecidas.Seguramente y no cabe duda ” somos hijos del rigor”.

De la manera que hoy esta dispuesto el control, evidentemente no sirve y no alcanza.Con la indumentaria de calle  que se confunde con el transeúnte, ni siquiera ubicados en puntos neuralgicos y estratégicos en donde el tránsito se intensifica en horas pico, no alcanza.

Se debe volver a la vieja usanza y formar una dotación para encontrar orden y mejor desplazamiento vehicular un tanto familiar como de trabajo.

En una palabra se necesita una cuota de rigor para que todas y todos cumplan con las disposiciones de tránsito.Se necesita volver a disciplinar a los conductores para lograr orden en el tránsito.

Para ello habría que volver a los ” historicos” agentes de tránsito, baritas, uniformados e visiblemente identificados para hacer respetar las normas.

ERA HORA.

Todo indica que después de muchísimos años, atribuibles a lo que transcurre de esta gestión, más los cuatro años de Oliva y por que no los anteriores cuatro de Lauritto, se intente llegar a un acuerdo entre la CECOM y la Municipalidad, para hacer cumplir el horario establecido por ordenanza para la carga y descarga de mercaderías.

No escapa a criterio y conocimiento de nadie que la situación que genera respecto a la transitabilidad en el micro centro, el ingreso de camiones de porte considerable, más otros ” utilitarios ” que para cumplir con la entrega y carga de mercaderías, interrumpen el tránsito generando todo tipo de inconvenientes.

Se tornado una costumbre que, como deciamos, para cumplir con los ” repartos” estos transportes estacionen en doble fila.

Es verdad que hoy más que nunca todos necesitamos trabajar, pero debemos ser respetuosos de las normas establecidas para no generar un caos en el desplazamiento vehicular.

Esta vieja costumbre arraigada por falta de control necesita de común acuerdo que el comercio en general  utilice las horas establecidas para dichas tareas y no entorpecer una convivencia que beneficie a todos.

A esta situación debemos sumarle que en horas de ingreso y egreso de alumnos de los establecimientos educativos, automóviles particulares suelen estacionar en doble y hasta triple fila.

Autor – EL BARITA CANTOR

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