No fue sorpresa más allá que quienes lo conocían esperaban un milagro.
Sus fuerzas para llevar adelante la enfermedad que lo aquejaba eran inconmensurables.
Pero era poco lo que se podía hacer desde el punto de vista médico.
Un militante peronista, amante de saber todo de todos.
Camino cuanta campaña peronista se realizo desde la nueva democracia.
De a ratos se ofendía y de a ratos ese enojo pasajero se le iba y volvía sobre sus pasos. Amigo de todos y todas.
Gustaba mucho de la noche y las tertulias con amigos y compañeros de la militancia.
Hábil para lograr convencerte con tal de sumarte. Peronista y laurittista a extremo, fiel defender de la doctrina y de la figura de José, a quien acompaño en todas sus presentaciones. Se fue Cabeza, Cesar Delzart.
Emprenderá a partir de hoy una nueva campaña interna con otros compañeros que supieron acompañarlo, en la política, en el fútbol o en las mesas de discusión política.