No porque pone de manifiesto lo feo que somos, el Contador Público Nacional, Agustín Bordagaray y quien les cuenta el periodista Juan Carlos Botta, sino porque nos encontramos en un pasillo municipal para hablar en privado, no estábamos armando un complot contra el intendente, muchos menos contra un concejal o un atentando contra un funcionario, solo tratábamos de conversar sin testigos.
Que paradójico, cámaras que se colocan para dar más seguridad, por ejemplo saben quién vende la blanca y ahí no salen fotos o los actores municipales que usan falopa, tampoco salen retratos o lo que es peor a pocos días del 24 de marzo, fecha histórica, parece que la municipalidad armo una side paralela.
No es joda por que las cámaras y las fotos la manejan y sacan empleados municipales, tendrá algo que decir el gremio, que en vez de trabajar para lo que los contrataron, parecen que actúan extorsionando gente, serán infiltrados que mando el intendente Martin Oliva o su Vice Ricardo Vales, justamente unos instantes antes estábamos reunidos cinco personas muy conocidas, lógicamente fotos de ellos no hay.
Le digo a Intendente y al Vice, el golpe militar termino en el año 1976, lo comprendo a ambos seguramente estaban jugando a los muñequitos de guerra, en ese momento, por su edad y no la vivieron en carne propia, hay nietos desaparecidos, gente muerta, las cámaras están creadas entre otras cosas para tratar de parar el delito, ahora a los mejor el Intendente y el Vice consideran que somos portadores de rostro criminales, como se cansó de decir y nunca cumplió lo invito al Intendente y al Vice, a hacer la denuncia correspondiente, es más lo acompaño a ambos al juzgado o la policía donde crean pertinentes, esto de tener muchos asesores de servicios a lo mejor le pintaron otra ciudad.
Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay