La oposición está midiendo a su potenciables dirigentes, muchas sorpresas, salvo el veci nalista Aldo Montañana, quien es joven en experiencia en la política, maduro en su edad, todos hombres y mujeres del pro puro, además ser el recambio generacional exigido por la sociedad.
Todos tendrán varias barreras que enfrentar, la primera que en esta toma de muestra es casi eliminatoria que superen el 30% de conocimiento social por la gente, no habla de intención de votos, el segundo paso que no es determinante que nivel de conocimiento tienen en los barrios.
Cierto es que a primera vista Juan Ruiz Orrico tendría que correr con más chances, recordemos que ya fue candidato y saco una considerable cantidad de votos, lo que no significa que sea lo nuevo en la política hoy las expectativas son otras y las consideraciones también, mientras el peronismo apuesta a lo mismo de hace 40 años atrás, la oposición asume un desafío más que importante.
Algunos de los candidatos con quien hemos hablado nos juran que no quieren ser, no pueden, no es momento, se me fue mucho dinero, nadie nos dijo nada sobre esta medición, lo real y concreto es que directamente al que es encuestado lo hacen asumir un rol importantísimo, opinar por quien piensas que quieres que te gobierne.
Muchos dirán para eso están las internas partidarias, ahí se deben elegir los candidatos, pero por cierto, sin temor a equivocarme creo que hace 40 años la oposición no tenia en un sector político a más de seis precandidatos, eso habla de un crecimiento potencial de cómo se ven de cara al 2023.
La herramienta usada por un sector de la oposición, vaya que era requerida y donde la voluntad del electorado va diagramando distintos perfiles, independientemente que la gente está preocupada por otros temas, alguien debe pensar, presuponer que los tiempos cambiaron y que no se puede esperar nuevamente el uso del dedo, que siempre benefician a los mismos.
Juan Carlos Botta – El Disparador Uruguay
