Por más que la militancia quiera reconocer y nominar como mejor le plazca a Marianela, la sirenita”, solo los dormidos o los que están sintonizando otro canal, no se alcanzan a anticiparse a la movida.
Esta vez no tan desde la sombra, ni tan desde el anonimato; sino que de pronto con algunas movidas tétricas del “gran simulador” de los tres palos de sueldo, encontraron la manera de ubicar a una futura funcionaria.
Sin dudas, se interpreta, con idoneidad para el cargo que le proponen y sino como dice el viejo refrán “lo que Salamanca no da, te lo da la palanca”.
Como decíamos se logra o se logrará en términos no tan futuros, la designación de la hija de Guillermo Bevacqua, como directora del Palacio San José, el museo nacional de segunda de importancia del país, por lo que encierra, por su historia y por ser el lugar de tantos acontecimientos políticos institucionales de nuestro país.
Ahora bien, del “palacio” a la vice intendencia con Lauritto, solo nos separa, elevar el perfil político de la supuesta nominada y nada más.
Se sabe de la amistad y obsecuencia de Guille para con el Pato, fundada en años; como así de la confianza que le puede llegar a significar en un espacio de vice, a la hija de Bevacqua.
En definitiva no está mal se piense en esta señorita como tampoco está bien.
Perfil político no se le conoce, ni siquiera es militante ni comprometida con la causa peronista, por tampoco conocemos su identidad política.
Seguramente estamos antes dos supuestas ” agachadas” del Dr.: la primera mover todos los hilos para lograr que llegue a la dirección del palacio y la segunda el tiempo irá marcando el camino.
Evidentemente con un juego de palabras pretenden que se les crea.
Cambian los términos y hacen figurar que el cargo del Palacio San José le fue ofrecido a María Guillermina, cuando en realidad se cae de tonta que fue una gestión de Lauritto para la hija de su amigo y hermana de su ahijado.
La caridad bien entendida empieza por la familia.
EL OBSERVADOR MAZORQUERO