Una vez más este 17 el peronismo a lo largo y ancho de la República conmemoró su fecha más cara a sus sentimientos, a la lealtad, a la militancia por qué no, a la identidad y a la lucha por el ideal legado de Evita y Perón.
Como todos los años el escenario de nuestra ciudad fue el espacio que brindan los bustos, justo donde confluyen la calle que recuerda sus nombres. Históricamente por tratarse de un acto de los trabajadores, la CGT tomó la batuta del acto y salió a convocar.
El PJ rompió el cascarón y con escasos comunicados por las redes sociales se sumó a la invitación.
No vimos nada al respecto del Municipio en su conjunto. El bloque peronista hizo presencia pero ” no abrió la boca”.
El DEM ni la cancha marcó; seguramente amaneció en un estado cansino con tanto ajetreo en la expo. Se preocupó en armar una exitosa conglomeración de vecinos en el CECAT y no guardo fuerzas para la identidad política que lo llevó a la intendencia.
Se vieron caras rígidas y contractura das con más ganas de expresar “que hago aquí”, que de “feliz cumpleaños”.
No faltaron los figuretis de siempre que hacían gala y a fuerza de rempujar y codos, buscaban estar en la primera fila para salir en la fotografía.
Según los más expresivos dijeron que fue algo menor que el año pasado, en comparación a la gente concurrente.
Seguramente muchas situaciones ríspidas y no muy convincentes, se debió al arrastre del dis conformismo que reino en el acto anterior, en donde se lo vio a un Oliva ni bien terminado el acto “huyo” como quien no quiere la cosa.
Presentes de reconocimiento e identidad peronista estuvieron.
Todos y cada uno esparcidos sin comportamiento grupal y sin él calor que encierra el “17 de Octubre”.
Un viejo militante del barrio del hospital viejo, nos decía: los que tienen sueldo y cobran gracias al peronismo, vienen por obligación; son muy pocos los que estamos por sentimiento y vocación.
Podemos hacer una lista que en una hoja de cuaderno, no llegamos a media carilla.
Todos saben o mejor dicho nadie ignora que entre el PJ y el DEM también existe una grieta.
Cuando la ciudadanía peronista de nuestra ciudad esperaba un acto a “todo pulmón” con las velas al viento a más no poder, se vivió algo de discreto para abajo.
Parece que nadie toma nota que ya no estamos en la cresta de la ola; que si seguimos así “somos boleta”; que todos esperan lealtad de verdad y no declaratoria.
Si no comprendemos que como dice la marcha “todos unidos triunfaremos” de nada valen los actos por más numerosos que sean, que nada vale la historia sino somos consecuentes y verticales.
Es hora de reflexionar y unir voluntades para llegar al triunfo.
Fdo. El Descamisado
