Por más que Ricardo Vales salga a negar lo que a todas luces está a la vista, en su fuero intimo estará deseando llegue el 10.12 para ponerle fin a una dilatada gestión.
No es fácil estar en la boca de todos durante un tiempo prolongado y cuando los rumores acallan, un nuevo tema lo pone en la cresta de la ola y todas y todos vuelven sobre su discutida figura.
Se enfrento a sí mismo por que el es parte del DEM.
Se enfrento a sus pares por que el es parte del cuerpo de concejales que componen la mayoría del HCD.
Se enfrento con el propósito de ser trece en la docena y término solo, bajando la cortina y refugiarse en el 3er. piso hasta finalizar la gestión.
Se enfrento a la identidad política que lo llevó al lugar que hoy ocupa.
Se separo por ende de su padrino político Lauritto que lo cobijo como el aspirante a espacios superiores.Hoy solo le queda intentar con algunos de los que lo circundan armar para postularse a la intendencia.
Pero lamentablemente perdió lo que no debe perder, valga la redundancia,un político, que es la fidelidad y la confianza.
Un político debe tener códigos y espíritu de cuerpo.
Muchas veces se suele tener razón pero no se es dueño de la verdad y el cortarse solo es una muestra de arrogancia y soberbia.La vanidad a la larga te castiga y hoy esta recibiendo el ” bonus” a su desempeño.
Ricardito deberá de aquí en más intentar recomponer la situación para salir en el correr de estos meses lo menos herido posible.
Hoy agoniza y necesita de un gran esfuerzo para sobrellevar y llegar al 10 de diciembre.
La vida continua más allá de la política.
Un veterano Peronista