Si nos remontamos al año 2021, el peronismo tendrá que levantar una diferencia de 22 mil votos, podríamos usar distintos argumentos, el candidato era un concordiense, Enrique Cresto, esta vez es el hijo prodigo de la ciudad El Dr., José Eduardo Lauritto, ahí cambia la vara de arranque y mucho.
Pero para el análisis de esta nota teníamos que partir de datos ciertos y tomamos los del 2021, cierto no es lo mismo, no se le da la importancia a la posibilidad de perder el poder después de 36 años, a una elección intermedia, y encima donde iba de candidato un hombre de concordia, decididamente todo cambia.
No obstante hay que recuperar 22 mil votos que no es fácil, que cambio en estos dos años, fundamentalmente poner en juego las distintas alternativas del poder y eso es determinante, hay que combinar un combo una candidato a Gobernador Adán Bhal y un candidato a Presidente Sergio Massa, es la hora de las combinaciones horribles quien es mejor, quien asegura más tranquilidad, quien garantiza un país mejor, y a estas circunstancia hay que agregarle que alguien que asegure bajar la inflación que destruye todo.
La gente está cansada, le faltan expectativas, quien es el candidato capaz de dibujar una sonrisa a los argentinos, difícil de imaginar hoy, o suponer, pero creo que es la hora de los esfuerzos individuales, hay que dejar todo y si no se puede ir por todo se deberá recurrir a los espacios alcanzables, ya hubo circunstancia donde hubo intendente de un color político y Gobernador y Presidente de otra mirada política, la urgencia marca primero casa y después vemos si no da para otra circunstancia.
La teoría del derrame de votos hoy solo es practicada por la oposición que se siente mucho más confiado que el oficialismo propiamente dicho, que imaginariamente ha revertido esa teoría y ahora usa que los votos se friccionan de las ciudades a la provincia y desde allí a la nación.
En este ítem de cosas la oposición presenta seis alternativas electorales mientras el peronismo oficialista solo tres, hay que expresar que ganar las elecciones interna no garantiza ganar la elección general, hoy en día hay que esperar que se cuenten los votos de a uno y después empezar otras conjeturas, poner en marcha otras estrategias para la futura elección.
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