Una expresión usada por los candidatos nacionales de Juntos por el Cambio en sus arengues políticos. Desde Patricia Bullrich hasta otros referentes de este espacio político. Y no como una expresión positiva, sino como una expresión negativa, porque hablan de “exterminar” a un sector político que piensa diferente como es el kirchnerismo que nació del peronismo y con una fuerte concepción democrática.
Por Alberto Ricci.

Hablar de “exterminar” cómo lo manifiestan los mencionados dirigentes políticos, me recuerda a exterminios raciales y sociales impulsados por dictaduras en distintas épocas de la historia mundial.
Así lo vociferan muy sueltamente dirigentes Pro en los medios capitalinos y palcos de campaña. Odio político y visceral hacia un oponente y su legado, Néstor Kirchner.
Odiar hasta el delirio a quien le tocó gobernar en un periodo donde se plasmaron medidas superadoras como fue “desendeudar al país”, entre otros importantes logros de la gestión de Néstor Kirchner, carece de razón lógica.
Los referentes de Juntos x el Cambio equivocan a quien atacar, no se dan cuenta que el kirchnerismo no es su adversario, su adversario hoy es el “mileísmo”. Equivocación que les costará ser alternativa para noviembre.
Odiar políticamente es anacrónico en el tiempo en que vivimos, donde el debate de las ideas debe ser la prioridad. Tan anacrónico cómo fue ver y escuchar al pre-candidato de Republicanos Unidos, García Moritán, que con su spot de campaña mostró como derrumbaría el Edificio del Ministerio de Salud y Desarrollo Social donde se encuentra la imagen icónica de Evita. Hoy Moritán integra el equipo de Jorge Macri, y su pensamiento anacrónico sigue intacto.
40 años de continua democracia y hay sectores y personajes de la sociedad que no han aprendido nada.
El no aprender, es como pegarle un cachetazo a una parte superadora de nuestra historia política argentina, donde el líder radical Dr. Ricardo Balbín, que con enorme vocación democrática despide en las exequias a Juan Domingo Perón, con estas palabras: “Éste viejo adversario despide a un amigo”.
Los referentes de la oposición política al gobierno, se merecen un análisis introspectivo para que encuentren el remedio que los haga superar ese odio visceral hacia otro sector político que tiene el mismo derecho que ellos de participar en política y de pensar diferente, y quizás así, puedan desterrar el concepto “terminar con el oponente” de su léxico y diccionario político.
A partir de diciembre gobierne quien gobierne será por la voluntad popular. Y encontrar en el disenso puntos de acuerdos será necesario para la convivencia, respetando los diferentes matices intelectuales y políticos. Porque hay un pueblo que reclama que los dirigentes políticos luchen en concordancia en temas prioritarios de cómo mejorar la seguridad ciudadana; la salud; la educación; la vivienda; el trabajo; entre otros ítem para lograr un mejor vivir de los ciudadanos y de las futuras generaciones de argentinos.
El peronismo lo entendió y lucha por el bienestar general con inclusión y abre el juego, pero la oposición parece no entender.
Los libertarios y de Juntos x el Cambio basan la campaña en el odio político. Y tal vez se puede ganar una elección con odio, pero se gobernaría con odio y nada bueno vendría.
Si parte de los sectores políticos a la que hago referencia, no erradican ese “odio” hacia el otro sector que piensa diferente, la argentina estará condenada a una distopia que si se hace realidad hará mucho daño al país y su gente.
Es hora de cerrar la grieta. La premisa debe ser trabajar codo a codo: los políticos; los industriales; los trabajadores asalariados; los productores del campo; y todas las fuerzas vivas acompañadas por el Estado. No hay otra forma de crecer y desarrollarse para ser un gran país.
“Que pensar diferente no nos cueste la vida ni la libertad”.
AR.