Si este prestigioso balneario entrará en guerra y fuere bombardeada como lo es por estos días Ucrania y o Rusia, no estaría en las condiciones que hoy se encuentra.
Podemos aceptar y considerar que el último repunte del Río Uruguay hizo estragos y sólo depósito algo más de arena.
Pero ver el estado de todo el paraje en toda su extensión no es obra solamente de la creciente, sino de la falta de atención y dedicación.
No es momento de encontrar culpables sino de meter mano y reacondicionar la destrucción que surge a simple vista.
De las oficinas de atención, e información turística no quedó nada, y si algo quedo se lo llevaron.
Manos anónimas en las sombras de la noche y en el silencio del día hicieron lo suyo.
Pero más allá del triste y bombardeado paisaje nadie levantó una rama, nadie junto los árboles caídos, nadie se ocupó de cuidar lo poco que quedó en pie.
Las calles del circuito sobre la principal avenida no existen y han perdido su marca.
Todo es mugre, estructuras de hierro abandonadas, juegos infantiles destrozados, columnas de luz sin sus balastos y torcidas por la acción del río.
Se necesita para poner en valor desde mano de obra, muchas, hasta máquinas pesadas.
Motosierras para trozar y retirar árboles tumbados y troncos de grueso tamaño.
Se necesitan albañiles para reconstruir los parrilleros y reubicarlos.
Se necesitan ingenieros en realidad hay muchos y o arquitectos para rehacer las oficinas.
Se necesita limpiar y reacondicionar lo que alguna vez fue el pañol y la sala de enfermería y primeros auxilios.
Se necesitan electricistas para revisar todas las instalaciones eléctricas.
Se necesita mucha mano de obra y pintores.
Todo es suciedad y abandono.
Si Lauritto no toma intervención en lo que queda de la mayor playa de rio; BANCO PELAY la playa y la arena se lo llevarán puesto.
Quienes conocieron y disfrutaron del Banco Pelay, lo mejor que pueden hacer es no ir.
Todo el tristeza, abandona y trastos viejos y abandonados.
Suele verse algunos convecinos amantes de la pesca que entran y salen con sus instrumentos para tales fines.
Lo único rescatable es el camino que podemos decir se mantiene en buen estado, no así el puente que cruza el arroyo.
A este lo usan hasta de asador; despintado y abandonado carente de pintura. Restos de lo que uno quiera encontrar, están depositados sobre du estructura de hormigón. Su pintura totalmente descascarada con un aspecto desolador.
Cuando va llegando al pórtico de ingreso las columnas de luz, no tienen sus lámparas. O se las llevo el río o algunos necesitados cargaron sus luminarias. Quizá y sería lo mejor, que manutención eléctrica para evitar destrozos y robos las haya desconectado.
Este es el panorama que al día de hoy debe enfrentar Lauritto, sacando plata de cualquier lado; pero Pelay no puede permanecer así.
Necesita profesionales que se dediquen a estructurar una nueva versión balnearia. Se necesita mucha mano de obra y mucho dinero. O mucho ingenio.
Hay que empezar de “cero”. Entre la desidia y el abandono no quedó nada.
Quizá la mejor alternativa sería tercer izarlo por “XXX” cantidad de años y que en manos privadas alcance una expresión diferente.
De todos modos y se haga poco o se haga mucho por mejorarlo, para mantenerlo y cuidarlo se necesitan serenos y guardias ya que de lo contrario, como decíamos mentes enfermas y distraídas, lo que no logran llevárselo lo destruyen.
Pelay no puede esperar más. Algo hay que hacer.
En estos meses antes que nos llegue el frío invernal se debe acondicionar y limpiar.
Ya con la primavera en la mano construir parrilleros y pensar en algo fundamental “los sanitarios”.
Por ahora acondicionar limpiar y estudiar que conviene haber.