Años que lleva en ese estado. Manos anónimas que poco le importan los monumentos que embellecen la ciudad, amputaron vilmente parte del monumento al célebre Quijote de la Mancha.
Esta obra artística del desaparecido artista plástico Alberto Toto Guinea, dibujante y escultor oriundo de la ciudad de Tandil y se radico en la nuestra hasta el final de sus días.
Dejo entre sus obras principales el monumento al trabajador por encargue de la CGT local, que en su momento conducía el telegráfica Cesar Julio Vecchi.
Todo Guinea, precursor de los carnavales y el desfile de carrozas, con aquellos ” cabezudos “, dejó asimismo la creación del monumento a J. J. de Urquiza, sito en el ingreso de nuestra ciudad.
Volviendo a los restos, que han quedado del Quijote, plantado en una de las renovadas plazoletas del Bvard. Irigoyen, poco feliz hace a la figura inconmensurable del escritor y dramaturgo Cervantes de Saavedra.
Este monumento en el estado en que esta, más bien ilustra al “Manco de Lepanto”, seudónimo que enorgullecía Cervantes, ya que hacía mención que en la guerra de Lepanto había recibido una descarga, motivo por el cual perdió una de sus manos.
Hoy creemos que la cultura de nuestra ciudad, debería dedicarle algo de atención a dicho monumento y encargar su restauración.
En el estado en que esta genera decidía, tristeza y abandono.
– El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.