La gilada que voto a Milei esperanzados a que los libertarios llegaban con las alforjas llenas y que el bienestar desbordaba en un país, sin indexación, con trabajo, con una canasta familiar acorde a los sueldos, con jubilados felices, etc. etc. y ahora por vergüenza no quieren reconocer que se equivocaron y siguen apostando al gran cambio.
Los que no lo votaron no creo que se animen a gritar Viva la Patria, ya que cada vez que van al supermercado invierten casi todo su salario y no alcanza para cubrir medio carro.
Los miles de despedidos no estimo tampoco que estén con ánimo para pensar en la Patria y menos para vivirla; estarán pensando cómo hacer para encontrar una nueva fuente laboral.
Los comerciantes y dueños de pymes y pequeñas empresa, con la caída vertiginosa del consumo, es imposible pensar que el fervor patriótico los invite al grito de VIVA.
Aquellos que hoy recibieron la boleta del gas, de la luz, de las prepagas, de impuesto al automotor, del ABL; olvídate que estarán con ganas de volver a soñar con la patria grande. Imposible.
No obstante las banderas celestes y blancas flamearan como siempre, buscando el viento que acaricie al pueblo argentino y les traiga aquellos días de felicidad que les supo brindar el peronismo.
La Argentina está triste. Soñó un cambio y se encontró con un personaje que se olvida del país, de los docentes, de los comedores populares, de los pobres, de los carenciados, de los pasivos y pensionados, de todos y todas sin excepción.
Llegaba para combatir la casta y arremetió contra la clase media.
La motosierra y la licuadora trajeron hambre y mayor número de pobres.
Este 25 de Mayo será con un sol asomando para algunos pero no para todos.
– El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.
La mirada que viene