A días de dar comienzan las “vacaciones de invierno” en nuestra provincia y tal vez no pocos lleguen a CABA a recorrer la capital argentina, disfrutar de sus paseos y lugares emblemáticos, cargados de nuestra historia como país, de nuestros sabores y de todo aquello que pueda interesar a chicos y grandes.
Entre tanta belleza y grandeza arquitectónica que guardan algunos edificios de nuestra capital argentina y entre tantos espectáculos de entretenimientos, queremos hacer lugar a un espacio pleno de política peronista y de ese fervor que nos dejó Evita, y el legado de ” EVITA INSPIRA”
Para los fanáticos como también para nos que no lo son, pero reconocen o sienten la figura de EVA DUARTE, “Evita”, existe el museo que lleva su nombre. Un sitio histórico enclavado en el barrio de Palermo, sito en calle Lafinur 2988 a metros nada más del Jardín Botánico sobre la arteria indicada.
Entrar es entrar desde su ingreso y respirar peronismo y conocer algo de lo que Evita para el peronismo, para el pueblo argentino y en particular para la ” mujer argentina “, valga la redundancia.
Muchos podrán conocer su historia porque existe literatura escrita en muchos idiomas sobre Evita, por prestigiosos políticos y redactores; pero entrar a lo que fue el ” hogar” que formo Eva, para albergar a madres solteras, es algo imposible de explicar con palabras por que todo es pasión por esa mujer, en donde se puede observar sus vestidos y su indumentaria de militante, de mujer y de primera dama.
Están desde sus sombreros y sus capelinas, hasta sus zapatos de taco que lucio en aquellos eventos que le toco frecuentar en su corta vida.
La máquina de coser de su madre, como juguetes de la fundación, como una de las primeras heladeras que llegaron a manos del obrero argentino gracias a Peron. Se suman elementos cuando Juan Domingo fue general del E.A., hasta la libreta cívica, con la cual las mujeres argentinas comenzaron a hacer uso del voto, a elegir y poder ser elegidas, allá por el año 1952.
Todo lo observado, ya naturalizado en la vida de nuestra comunidad poco nos llama la atención, pero conocer atreves del legado de Evita, da razón a la lucha, a su lucha, a la militancia, su militancia y a esa pasión de aquella mujer que deja una ciudad muy pequeña de la provincia de Bs As. Para llegar a la Capital, para ser actriz. El tiempo le dio esa oportunidad para ya no ser Eva Duarte y convertirse en Evita, abanderada de los humildes, que nunca acepto ningún cargo político; siempre quiso ser lo que fue y no se interesó por los cargos sino por defender los niños, las mujeres y los jubilados.
Esa fue en una síntesis Evita y hoy sabemos decir EVITA INSPIRA.
El Observador – eldisparadoruruguay.com.ar
