Todos los ciclos tienen cambios, siempre se caracterizó José Eduardo por despiojarse de gente que solo le interesaba el negocio de turno, hoy menos que nunca no hay espacio. Los meses le empiezan a dar la razón a José porque insistía tanto con un Profesor de Educación Física para el cargo de obras Publica, no sé si evalúa trayectoria, lealtad o un paralelismo con su propia figura, muchos sostenían que José estaba retirado, jubilado, o no tendría oportunidad de encabezar al Peronismo y el tiempo, los movimientos políticos, le dieron

Empezamos de esta manera como para poner nerviosos a varios, muchos dirán que hicieron estas mujeres, solo hicieron creer a todos y todas que el peronismo está en ebullición, cierto es que ellas expresan otra mirada, otra manera de relacionarse donde en un rango de edad se puede ver a simple vista que el peronismo tiene recambio propio aunque aparezcan Marianela Marcley o Viviana Sansoni o la Dra. Graciela Guerrero o Leticia haudemand o la Vice intendenta de la ciudad Rossana Sosa Zito ellas todas cumple los lineamientos bajados por

Los más nombrados que planean para que no lo dejen afuera es el interminable  Fabio Romano, Juan Carlos Rodríguez y a mi amigo Tito Parma, el filósofo, y el único que recibió en persona al gran Raúl Alfonsín,  hizo escuela al lado de José, hoy serían los nuevos despiojados, jugados los dos de ellos  con el que apostaron iba a ser el sucesor, pensar que el chamuyo no alcanzo. Está bien porque los muchachos consiguieron todo o más que todo, se cansaron de hacer cagadas, pero eran siempre cubiertos por

Los compañeros están muy nerviosos muchos compraron el verso Martin es lo nuevo y hoy deben admitir que no hay nuevo cacique en el Peronismo Uruguayense que sigue siendo José, se murió el Scelzismo, el Bisognismo, el Olivismo y que solo quedo en pie el Laurittismo, ya proclamado en toda la Provincia de Entre Ríos, justo o no es una realidad. No importa las circunstancias porque se guardaron a silencio hoy todos saben que si quieren demostrar que pueden ayudar deberán armar algo propio hasta el impresentable de Sittoni que