
MARILY FLORES
Para quienes compartimos militancia, pintadas nocturnas, reuniones barriales marchas y caminatas, mesas electorales y todo lo que hace al folclore peronista hoy lamentamos la partida de Marily. Una mujer jugada políticamente como pocas o como tantas otras sin despreciar a nadie. Donde se “olfateaba” peronismo ahí sabía estar “la Gorda Flores” porque así le gustaba que la reconocieran. Cuando había que socorrer a algún compañero, podíamos contar con ella. Donde sonaba un bombo peronista, seguro estaba Marily. Llevaba en sus entrañas la camiseta de Perón y Evita ya que su