Analizada la misiva que dio la AOEM en la vos de su secretario general Mario Barberan, nos permitimos reflexionar sobre algunas de sus expresiones.
Sepa el cabildo municipal que el Sr. Intendente, fiel a su estilo y más allá que muchos de su riñón, comentaban a modo de “promoción”, que había experimentado un cambio, que sigue y seguirá siendo ” un lobo solitario “, como cuando dio sus primeros pasos en política.
Mal no le fue.
Todas las veces que se puso a consideración del pueblo, el pueblo lo voto y en política lo que vale son los votos, lo demás es cháchara.
Es verdad que sus “hombres” de hacienda, llevan décadas, pero esta antigüedad, sepa la OEM no le da ni derechos ni atribuciones para nada.
La batuta la tiene el Lord Mayor y se hace lo que el pretende y decide.
Seguramente en cada acto a emprender, podrá consultar a varios para tener la fotografía del paisaje, pero al final y en la toma de decisiones no hay intermediarios.
El “lobo” patea el penal y corre a atajarlo.
Obviamente sobre su círculo rojo, contratados también desde décadas, existen como en todas las gestiones de gobierno los ” lcahuetes” que por una ” achura” son los ” rehenes” históricos.
Sin duda el reclamo de Barberan es justo. Todo lo que manifiesta no tiene desperdicio y si pretende triunfar deberá insistir en sus reclamos.
Lauritto es un hombre de bien, más allá del político, y de su patricio devenir, no los está mirando por sobre el hombro, sino los está esperando en una política de desgaste y cansancio que los lleve a consensuar otras alternativas.
Sin claudicar y en un impase tendrán que sentarse a ” negociar” mejoras salariales por el bien del trabajador municipal.
Barberan tiene cintura para lograrlo y Lauritto también, sin que se pretenda olvidarse de la pavimentación de las 40 cuadras.
Desde el inicio de gestión decíamos que la idea del Dr. era proseguir con el plan de pavimentar, para sumarlas a las 300 cuadras de la otra gestión.
Se debe considerar que Oliva hizo mucho y dejó la vara alta, pero con plata.
Hoy Lauritto sin moneda, con instinto conservador, sin proyectos y sin hombres en quien confiar, debe revolcarse en hacer “algo”, terminar lo que dejo Oliva y ver como mejora los salarios municipales.
A todo esto en días no más, habrá que ir pensando en los balnearios que son más que una perlita una granada lista para explotar.
Como conclusión y para entender las dos partes de la ventanilla, tendrán que acercarse ofertas y demandas para encontrar el bienestar del pueblo municipal y de la ciudad en su conjunto.
El Observador – eldisparadoruruguay.com.ar
