Por tercera vez manos anónimas han cometido hechos vandálicos en el busto de Néstor Kirchner.
La primera a fuerza de masa y elementos pesados lo destruyeron y se dejó como mudo testigo los vestigios del anterior.
Ya sobre los últimos meses del intendente Oliva fue groseramente pintado arruinando parte del mismo, que en forma personal y voluntaria un vecino por cuenta propia, pincel y escalera en manos se tomó el trabajo de restaurarlo.
Ahora por tercera vez, en forma anónima y aprovechando la falta de seguridad y control han repetido la triste y malvada hazaña.
“Bárbaros las ideas no se matan”, supo escribir sobre una roca de la cordillera Domingo F. Sarmiento; frase que muy les cabe a quienes pretenden con estos actos, torcer el ideario kirchnerista. NO LO LOGRARAN.
Lo que hay que destacar que según nuestras averiguaciones, la municipalidad, custodia de monumentos patrimonio de la comunidad, no ha realizado la denuncia correspondiente, en ninguno de los anteriores hechos vandálicos.
Los responsables delincuentes que no sabemos si lo realicen en función de sus ideas, o como un acto de maldad y gracia propiamente dicho.
Nadie en forma oficial y de oficio interviene ni se hace cargo, lo que motiva a que estas manos anónimas, tal vez rentadas, se atrevan a repetir y repetir el acto.
No sirve que un vecino voluntariamente en virtud de su identidad política, vaya y lo repare; se necesita de otras medidas de seguridad más allá de su restauración.
Tampoco nos hemos encontrado que el PJ como institución hiciera repudio al respecto. Nada de nada.
Existe casi enfrente de la rotonda una casilla de custodia, que nadie utiliza y que evidentemente no cumple función alguna. A sus comienzos existía una guardia que se perdió con el paso del tiempo. Hoy se encuentra cerrado y abandonado.
Es de esperar que esta gestión municipal a cargo de Lauritto, tome cartas en el tema, ordene más allá de su puesta en valor restauración, que su dpto. Jurídico canalice la denuncia para que los órganos de investigación comiencen la misma.
Todo el escenario que circunda el monumento es perfecto en la soledad de la noche para arruinar y destrozar el monumento. No hay guardia ni cámara de seguridad que pueda registrar e identificar a los autores y evidentemente favorece a que se atrevan reiteradamente a repetir la escena.
Solo por esas casualidades podrán ser localizados, si coincide a pasar un patrullero en el mismo momento que se encuentran en ocasión del pintado, caso contrario nos encontraremos que cada uno o dos meses volverán sobre el mismo.
Hoy todavía estamos a tiempo de implementar nuevas medidas, más allá del arreglo y la denuncia. Habra que esperar.
Un militante vecino del monumento está esperando el visto bueno del Dr. José Lauritto a los efectos de arreglarlo.
El Observador – Eldisparadoruruguay.com.ar.
